viernes, 12 de diciembre de 2014
jueves, 11 de diciembre de 2014
miércoles, 10 de diciembre de 2014
martes, 25 de noviembre de 2014
HE VUELTO A ABRIR LA VENTANA.
Estoy
en una casa en el campo. En este lugar hay una mini cadena a la que
solo le funciona el lector de cintas (el casete), ni siquiera se
puede sintonizar una triste emisora radiofónica. Sabiendo esto antes
de ir, me traje de Zaragoza unas cuantas cintas, las únicas que he
conservado, la discografía completa de The Beatles en cromo, que me
grabó Iñaqui Fernández hace ya un pilote de años. Gracias Iñaqui.
Hoy,
día 25 de noviembre de 2014, me he levantado y me he puesto una
cinta de los Beatles al azar, suena el álbum With the Beatles, que
había escuchado en vinilo mil veces en mi casa de la calle Lepanto
de Sant Joan de Vilatorrada, me asomaba a la ventana con la música a
todo volumen, no sé si lo que quería era compartir aquella música
con la gente o decirles que yo no escuchaba a Manolo Escobar, que yo
escuchaba a los Beatles. 40 años después estoy asomado a esta otra
ventana mientras despunta el día, los olores que percibo son los
mismos, la música es la misma, nostalgia del pasado mientras Lennon,
otra vez más, canta para mí la melodía de Not A Second Time.
martes, 16 de septiembre de 2014
UNOS DÍAS CON LUCÍA Y FELIPE.
Martes
día 9 de septiembre de 2014
Cae
sin parar, no es una cosa que dependa de mí, ni de nadie que
conozca, ni siquiera es consecuencia de lo divino. Creo.
Estoy
con Felipe y Lucía. Está muy contento (Felipe) con su nueva casa de
madera en el bosque y con el aguacero.
- Con
esta agua se ha demostrado que no hay goteras.
Una
cosa, la de las goteras, que preocupaba a Felipe. Claro que Felipe
nunca puede ser feliz durante demasiado tiempo seguido, nunca puede
estar feliz del todo y para romper este momento de felicidad que le
ha provocado el hecho de que la casa del bosque recién arrendada no
tiene goteras ha buscado el lado negativo a la lluvia que nos rodea,
se queja de que es demasiado tardía (la lluvia) para la aparición
de setas, ya que este lugar es de otoño corto (todo según Felipe) y
eso va a hacer que la temporada setera sea escueta, y además aún no
sabe dónde buscar y … ( después de estos puntos suspensivos
desconecté y me quedé alelado observando el tipazo de Lucía). El
Felipe es un pesado, en ocasiones me agobia y cuando se pone con lo
de las setas, más.
Llueve
y por la ventana se ve cómo se va formado un riachuelo, primero
transporta hojas y trocitos de ramas, agua trasparente, después
marrón. Truena y llueve, dentro de un rato parará y nos volveremos
a Zaragoza (Lucía y yo).
La
noche ha caído, el cielo es boca de lobo, ni luna ni estrellas; de
repente la pradera se ilumina, estruendos terroríficos que acompañan
a múltiples rayos que, a mí me parece, están cayendo muy cerca de
la casa. La luz de Endesa se nos ha ido, suerte que los relámpagos
permiten que nos veamos las caras, aunque sea de forma intermitente,
tiene su punto gracioso.
-
¿Hay velas?
- Sí.
-
Bien.
-
Dame fuego.
- No
tengo.
- Yo
tampoco.
-
Mierda.
-
Mal.
No
tenemos ni mechero ni cerillas, es el único momento durante los 14
meses y 10 días que hace que dejé el funesto vicio en que le he
encontrado algo positivo a fumar, si no lo hubiese dejado llevaría
mechero.
Es
tarde, decidimos quedarnos a dormir, ya volveremos mañana a
Zaragoza. Acostarnos, ¿dónde? Aún faltan casi todos los muebles,
sólo hay una cama, bastante grande pero sólo una, el sofá no ha
llegado, las camas de la habitación de invitados tampoco, mañana
llega el camión con los muebles. No queda más remedio que meternos
los tres en la misma cama. Luz relampagar intermitente, nos vamos
quitando ropa para meternos en la cama. No sabemos en que orden
estaremos mejor, Lucía propone ponerse en medio, nos parece bien.
Suerte que ha refrescado.
Miércoles
día 10.
Amanece,
bueno, amanece para mí, ellos siguen durmiendo, Felipe está
destapado, tiene pelo por bastantes partes del cuerpo, como si fuesen
islas, desagradable (la imagen). Lucía está tapadita y boca arriba,
está preciosa, abre los ojos y me sonríe.
Nos
levantamos, ha parado de llover, decidimos bajar al pueblo para
desayunar. Nos metemos en el Duque de Calabria. Felipe nos pregunta
si podemos quedarnos para ayudarle a instalar los muebles, le decimos
que sí (Lucía nunca tiene un no para Felipe). Suena el teléfono de
Felipe, habla, cuelga. Nos comenta. El de los muebles vendrá mañana.
Hemos
comprado mecheros y cerillas y jamón (de cosecha propia) en jamones
Roqueta (la lumbre también la hemos comprado en Roqueta y hemos
echado una primitiva) son un matrimonio muy simpático, después
hemos comprado una hogaza en el Horno. Está claro que hoy también
nos quedamos a dormir. Mañana ya veremos si nos vamos. Llegamos a la
casa de la pradera, la luz a vuelto. Bien.
Jueves
día 11.
Lucía
se había levantado y Felipe estaba abrazado a mí muy fuerte y …
Me levanté. A las 12 del mediodía llegaron los muebles. Han dado
las dos, montamos la mesa, tres sillas, descorchamos una botella de
Moët y nos zampamos unos embutidos de la zona, con jamón de la
zona, con un pa amb tomaquet con aceite de Calaceite, el jamón está
buenísimo.
Colocamos
poco a poco los muebles, pero a Felipe siempre hay algo que no le
gusta como queda y lo cambia de lugar, así pasamos todo el día.
Cenamos en el salón. Nos vamos a dormir, al fin en la habitación de
invitados, junto a Lucía.
Viernes
día 12.
Por
quinta vez cambiamos los muebles de sitio, el salón vuelve a ser la
habitación de Felipe. Me aburro. Se pasa el día poniendo el sofá
aquí, allí, las camas en este habitáculo.
- los
jarrones no tienen flores, la vajilla no es la que pedí y las cestas
no son artesanas y... Uff. A ver si nos vamos.
Felipe
saca una libreta de tapas gruesas y duras de color verde, pasa unas
hojas y dice: el día 15 va a haber una eclosión de setas en Gyuhf
(Felipe siempre se inventa el nombre de los sitios y a mí me lleva
con los ojos vendados hasta el bosque), pero seguro que mañana ya
habrán salido algunas. ¿Os apetece que vayamos de excursión? Miro
a Lucía, se le han encendido los ojos.
- Lo que daría algún aficionado a las setas por esta libreta. Jijijiji.
Sábado
día 13.
Desayunamos,
manzanas, té endulzado con estevia, jamón Roqueta y unas tostadas
con mermelada de cereza (hecha por Lucía). Emprendemos la marcha a
las 10, subimos a Aljfjryt (nombre clave del pueblo), visitamos el
pueblo, entramos en el restaurante El Rancho Grande, nos tomamos unos
cafés y pedimos tres bocatas para llevar. Nos subimos al coche, me
vendan los ojos de nuevo, al salir del pueblo, me da permiso para
destapármelos (me fastidia el tema, pero es lo que hay), el paisaje
es especialmente bonito. Entramos en el bosque, hay bastantes setas,
sólo llevamos una cesta, por lo cual en media hora ya decidimos no
recolectar más, pero igualmente seguimos paseando, nos sentamos en
una gran piedra y nos comemos los bocatas. Después seguimos
caminando algo más, vemos setas, pero no las recogemos. Felipe y
Lucía sacan fotos. De vuelta a casa paramos en una tienda de Adidas,
me compro unas Stan Smith, mi madre me compró mis primeras Stan
Smith con unos 16 años y siempre que veo unas me recuerdan a mi
madre y durante muchísimos años seguí comprándome este modelo de
bambas, dejé de hacerlo cuando le pusieron la punta de plástico,
buaggg, pero esas que me he comprado son todas de cuero, de paso le
he comprado otras a mi hija, que seguro no le gustarán nada, pero
cuando mi mamá me compró las primeras, yo era más de John Smith.
Que me lío. Estamos a las afueras de Mora de Rubielos, se lo he
preguntado a la dependienta (si lee esto es Felipe, me veta). Las
bambas valen 19 euros. Nos vamos a casa.
Nos
cenamos un variado de setas y al fin, después de la cena, regresamos
a Zaragoza.
Siento
no haber colgado historia el martes pasado, pero es que en la casa de
Felipe no hay internet.
La semana que viene colgaré una historia, lo de hoy es sólo un trozo de mí diario, no he tenido tiempo de escribir otra cosa. Un beso.
La semana que viene colgaré una historia, lo de hoy es sólo un trozo de mí diario, no he tenido tiempo de escribir otra cosa. Un beso.
martes, 29 de julio de 2014
AGAFA'M FORT y XIULA LA BRUIXA (Capítulo 3º de Xiula la Bruixa, el cedé)
Agafa'm fort. La Ratonera.
Ya me he cansado de mirar pasar la vida desde esta ventana, es que la
de mi casa da a un patio interior y no pasan muchas cosas.
Me metí otra vez y cogí de nuevo mi Factor (modelo del bajo) y me
preparé para grabar la canción de Amor del disco, muy tierna y que
a mí me llegaba con todo su romanticismo.
Antes de entrar al estudio, alrededor del edificio, en uno de los
caminos de tierra, me encontré una piedra rojiza, una piedra que me
llamó (eso me pasa en ocasiones), me la metí en el bolsillo, una
piedra con forma de corazón, pero no de corazón dibujado, no de
ficción, sino uno con aspecto de víscera extraída de mis entrañas,
un corazón físico, real, un corazón que en aquel momento ya sabía
que no me pertenecía, que ya en secreto y para mis adentros sabía
que ya lo había entregado. Llevé la piedra corazón en el bolsillo
hasta que llegó el día que lo regalé, pero durante toda la
grabación estuvo en mi bolsillo, palpitando junto al que tengo en mi
pecho.
Todo
empieza con esas guitarras y la voz del Xevi, todo perfecto. No
recuerdo si fue idea mía o del Negro que tocase este tema a slap,
todo el tema está tocado con esta técnica, muchas notas de bajo y
para hacer esto el batería tiene que hacer poquito, lo justo, y eso
es lo que hizo. Yo destacaría en este tema la labor de las
guitarras, hay muchas, pero todas superbien puestas, me gusta el
planteamiento: llevar un tema tan romántico a este punto de bajo mil
notas y guitarras funky, guitarras distorsionadas y acústica. Me
mola. Y claro, lo del solo final, un solo que dura un minuto y medio
después de un tema que no llega a los tres, no sigue los cánones de
lo comercial (donde los solos han desaparecido), pero yo creo que
queda muy bien; me encanta lo de empezar la primera parte del solo
con guitarra limpia, tocando la melodía de la canción para irla
variando hasta entrar en la fase distorsionada, con las voces de
fondo per a tu i jo
que van acompañando a la guitarra limpia manteniendo el mensaje
romántico hasta que entra la guitarra distorsionada que gana todo
protagonismo y rompe con el romanticismo de la canción, esta
guitarra distorsionada que acompaña en varios momentos de la canción
y que al final se acaba imponiendo. La voz me encanta y la letra a mí
me sugiere, me describe lo que es el Amor romántico, lo que yo he
sentido, lo que se siente cuando se Ama de veras. La preciosa voz de
Xevi ayuda mucho a creerme el asunto. Las canciones románticas
tienen el peligro de ser ñoñas, jugar con el romanticismo es jugar
con fuego, pero si te toca te lleva a un mundo maravilloso, que quizá
sólo tú puedas ver, pero eso es suficiente, eso es algo maravilloso
cuando ocurre y esta canción logró llevarme a ese lugar. Intento
traducirla:
Cógeme fuerte,
quiero sentirte como un trozo de mi cuerpo
tu aliento
el aire cálido que me abriga del frío
tus manos
un refugio y la mirada, mi cielo
Puedo subir como la espuma
puedo flipar como un tonto
pudo brillar como la luna
cuando te siento cerca
cuando te siento cerca.
Pero si te encuentro en mi sueño
no me despiertes de golpe
que si el tiempo no se da cuenta es todo
para ti y para mí.
Quiero dibujar,
la ternura que desprende tu corazón
ser tu amante
que te desea y te busca con hambre.
Cógeme fuerte
eres el brazo que necesito, cuando tengo miedo
Un
día le dije al Xevi que me gustaba mucho la canción, él me
contesto algo así como: una canción de amor. Ciertamente
tiene canciones de amor con letras más elaboradas y esas cosas, pero
a mí esta me tocó, la parte de: Si te encuentro en mi sueño, no me
despiertes, que si el tiempo no se da cuenta, es para nosotros. Me
gusta. Soy un romántico. Creo.
Para
sacar un bajo slapeado que me gustase para este tema aún me costo un
poco, unas horas, hacía años que no tocaba casi el bajo y tuve que
volver a ponerme al día, tuve que recordar a mis ídolos de
juventud: Stanley Clarke , Marcus Miller y un menos conocido George
Anderson. En las guitarras yo descubro también a un Mike Oldfield
ochentero.
Acabado con las dos canciones slaperas, decidí ir grabando una a una
las diez que restaban, en el orden que me mandasen. No recuerdo cual
fue el orden, pero yo voy a seguir el del disco y me voy a imaginar
que fue éste el que se me sugirió.
Xiula la Bruixa. Como ya comenté en el primer capítulo, la compañía
nos pidió un tema más, el hit, vamos, un marrón para el Xevi. Yo
sabía que sacaría (el xavier Canal) un tema que sirviese a los
gustos discográficos pero, eso de los gustos, ya se sabe. Si las
compañías supieran elegir, si supiesen ver lo que va a triunfar
antes de lanzarlo, sería un chollito. La cuestión es que en tiempo
récord escribió el hit. Además de entrar en el gusto de la
discográfica, es un buen tema que tiene este punto comercial
rokerofunkratonera, tan nuestro. La letra mola. Se podría catalogar
como canción de amor con sonrisa.
Una mirada tentadora
un culito que me enamora
un olor que me hace vibrar
unos andares que me intimidan
unas formas que me fascinan
una sonrisa alucinante
Si llego lo adivina
si no pienso en ella me llama
si la busco ya se ha ido.
O se esconde encima de un árbol
cuando la veo la siento caer
cuando la tengo se me ha escapado
Silba la bruja,
mientras baila desnuda cerca del fuego
Silba la bruja,
cuando me mira le puedo pedir de todo.
Etc.
La introducción musical me gusta, el bajo que meto sólo lo meto en
este trozo, habría podido meter el mismo que después utilicé para
el resto de la canción, pero me pareció divertido, se me ocurrió
en el momento. En este tema, además de muchas cosas más que podría
mencionar, destacaría el espectacular redoble de batería que hace
el Andreu en el minuto 3:16, nadie vio cómo lo grabó, nunca
sabremos si hubo pinchazo o no (jijiji), nos metíamos un poco con él
con este tema. La verdad es que toda la batería de esta canción
está fenomenal (la del disco también). Bueno he de irme. Me parece
que acabo de oír un silbido. Voy a ver. Ciao.
martes, 22 de julio de 2014
CHARLIE HADEN
Yo te busco, yo te encuentro, yo te ayudo, tú me ayudas, yo te digo, tú me escuchas, yo te escucho, tú me dices.
A
Charlie Haden le tocó nacer en la dorada y
abrasante América de los puentes de Madison, concretamente en
Shenandoah, Iowa.
Hace
unos días ha dejado de tocar en nuestro planeta. Se truncaron los
nuevos proyectos, pero nos ha dejado más de 50 discos como líder o
colíder y cientos como acompañante.
La
vida es un momento, cada cual con sus cosas; fruto de las
casualidades, del esfuerzo, de la perrería, de las suertes, de las
malas suertes, de las búsquedas, de los encuentros, de las
enfermedades, de los amores, de las pasiones, de los descansos, de
los agotamientos, de las carreras, del caminar. Todo esto y mucho más
la convierte en única. Sólo una. No es más una que otra, pero
depende de lo que hayas hecho, dejarás un legado que surcará el
pasar de los tiempos. Y si eres músico, de música sin texto, el
legado (musical) será sonoro; esa cosa abstracta, ese flujo de
sentimientos que puede hechizar o repeler, según el oyente (lo que a
mí me cautiva, igual a ti te repugna). Este es el yo. A diferencia
de la música escrita de Bach o de Mozart (estos dos, como ejemplo),
el legado musical de este siglo será auténtico, será la verdad,
trasmitido por el músico, por su propia voz, sin literatura
fantástica; en un soporte sonoro que no podrá mentir ni cambiar, ni
mejorar, ni empeorar, un legado que traspasará los tiempos de forma
auténtica y podrá ser escuchado durante tiempo tal y como es, un
documento histórico no manipulado. Música.
El día
6 de agosto de 1937 nació Charlie Haden. Empezó con la música, de
niño, cantando Country junto a su familia, paseando su voz por
emisoras de radio; yo me imagino (las emisoras) del estilo de la de O
Brother, (
de los Coen). Tuvo que dejar de cantar a los quince, por unos
problemas que le ocasionó la poliomielitis y le afectaron a las
cuerdas vocales, enfermedad que le dejó secuelas que le han
perseguido durante toda su viada y, parece ser, han sido la causa de
su fallecimiento a los casi 77 años. Fue la enfermedad lo que le
alejó del canto, pero también fue ella la que le acercó al
contrabajo de su hermano, al no poder cantar se puso a tontear con el
instrumento. La enfermedad le llevó al contrabajo y a su vez le
quitó la vida. Paradojas.
El día
11 de este mes murió Charlie Haden. Inició su carrera como
profesional del contrabajo en los 50, en pleno meollo (Jazz), empezó
tocando en Los Ángeles, la costa Oeste, el Cool, acompañó a Art
Pepper (eso es mucho), después se pasó a lo negro, se unió a
Ornette y llevaron adelante eso del Free (eso también es mucho).
Estas dos formas tan antagónicas del Jazz fueron su escuela; Haden
las supo aunar magistralmente durante toda su carrera, incluso
tocando en su faceta más Cool. Es cierto que poco a poco fue dejando
de lado lo más free, pero aún así nunca lo abandonó del todo, no
puedes deshacerte de tus aprendizajes, no puedes abandonar tu yo.
Para
acabar, para poner el punto final a su carrera, Haden nos ha dejado
un último disco a dúo (formación que tanto le gustaba) junto a ese
amigo con el cual estuvieron 35 años sin hablarse, Jarrett.
Estuvo
en los grandes momentos del Jazz, oculto detrás de grandes figuras
(como ha de ser, era Contrabajista).
Cuando
empezó a volar en solitario, hizo cosas bellas, con el corazón, una
y otra vez, disco tras disco, grupo tras grupo, dúo tras dúo.
Alejado
del virtuosismo (que no atesoraba entre sus dedos), en sus solos
apostó por la melodía (qué peligro), por los efectos sonoros
(Free) o el caminar (tocar simplemente una nota por tiempo o
semejante) y cuando acompañaba, su objetivo no era otro que hacer
mejores a los compañeros con los que tocaba (una de las labores, si
no es la labor, más importante de un contrabajista y también de
cualquier músico de Jazz que esté acompañando. Creo).
A la
gente le gusta más el virtuosismo, está mucho más premiado entre
los aficionados y músicos; por eso admiro tanto, también, a este
hombre, que creyó en su canción y consiguió el reconocimiento de
los Músicos.
Sé
que hay mucha gente a la cual no le llega su discurso, he oído
muchos comentarios de desaprobación e incluso de mofa hacia su
manera de tocar, inclusive entre músicos. No intento convencer a
nadie de lo que yo siento al oírlo, de lo que me ha enseñado, y no
sólo hablo de música. Pero, creedme, si lográis amar a Haden de
manera sincera, si lográis degustar con profundidad su discurso, su
sonido, su música, aunque sea por un instante, os aseguro que vais a
abrir un frasco de fragancias que jamás antes habréis disfrutado,
un espacio desconocido, único, que os mostrará la belleza de lo
simple, la verdad sin trampa, lo desnudo, lo ético, lo auténtico.
Tuve
la ocasión de entrevistarlo en los noventa, seguro que puedo
encontrar aquellos documentos sonoros, con su voz y quizá algún día
los cuelgue. Sus palabras cambiaron mi manera de ver ciertas cosas.
miércoles, 9 de julio de 2014
MIRANT PER LA FINESTRA ( Xiula la Bruixa, el cedé. capítulo 2º)
Mirant per la Finestra. La Ratonera.
El estudio está en una casa de
campo. Teníamos unas bicicletas (detalle del estudio KAY) para hacer
rutitas por caminos campestres, un laguito con patos y ocas... Un
lugar muy bonito con Montserrat de fondo y rodeado de bosques y
campos. Sólo nos faltaba tiempo para poder disfrutar del entorno.
Estábamos cerca de Xup. Viendo estos caminos, recordé una historia
que me había contado mi madre en un par de ocasiones; yendo un día
ella (mi madre) con mi abuela por aquellos caminos cerca del Xup
(barrio manresano), pasaron unos aviones del ejército azul por el
cielo azul y las ametrallaron, a mi madre y mi abuela (lograron
tirarse a un lateral del camino y salvar sus vidas) y otros civiles
más, un día hablaré de estas cosas, de esos recuerdos suyos, de
esos pequeños trasvases de información que me fue dando, no le
gustaba hablar mucho de eso, pero a lo tonto tengo para escribir un
buen rato. Ángel (Coco, yo), al tema, a lo prometido (voz interior
dando órdenes).
En un disco de pop, lo común es
grabar por pistas, eso quiere decir que grabas solo, sin los demás
músicos, uno por uno. Yo grabé con una base de batería, teclados
(en las canciones que había teclado, que no son todas) y la voz
principal.
Mientras
el Xevi acababa de garbar algunas voces de referencia (la voz de
referencia es una toma que hace el cantante para que el músico que
va a grabar tenga una referencia que seguir, pero no es la voz
definitiva, no es la que se queda en el disco), me dediqué a beberme
la máquina de refrescos y cervezas (era muy pequeña, la máquina, y
hacía un calor infernal) y tocar un poquito la guitarra. Me avisaron
para que entrase a grabar. Yo grababa en la cabina del técnico, al
lado del Nyanyo, podía verle e incluso hablar con él, eso se puede
hacer con el bajo eléctrico porque no se utiliza micro para grabar,
sólo un cable que va a un previo, de aquí recoge la señal sonora
que registra el técnico, yo escucho lo que toco y las bases
(batería, teclado y voz) por unos estupendos auriculares, vamos que
en realidad, para grabar los bajos, no entré en ningún momento en
la sala de grabación, pero el Nyanyo es buena compañía, es de esos
que escuchan y hablan poco y lo que dice es interesante. Decidí
empezar con Mirant
per la Finestra y
después Agafem
fort. Este
orden, esta elección (mía) para empezar a grabar con estas dos
canciones no fue una cosa casual, sino algo meditado (lo cuento): en
estos dos temas utilicé una técnica (de tocar el bajo) que se llama
slap (se trata, básicamente, de golpear y pellizcar las cuerdas, en
lugar de pulsarlas). Para esta técnica es preferible que las cuerdas
tengan el máximo de brillo posible (hablo de sonido) y eso las
cuerdas lo ofrecen cuando están nuevas. Para la grabación me compré
un juego de cuerdas para lograr el máximo brillo y por eso elegí
estas dos canciones para empezar, ya que, a medida que vas tocando,
las cuerdas van perdiendo esta característica brillantez que te da
el acero sin usar.
Hicimos unas pruebas y más o
menos logramos un buen sonido para este estilo (slap), estaba claro
que habría dos sonidos de bajo durante el disco, el de bajo slap
para estas dos canciones y bajo pulsado para el resto de temas, o
sea, dos ecualizaciones distintas.
La
Ratonera es un grupo en el que siempre nos hemos dado libertad
absoluta a la hora de meter nuestros instrumentos o la voz principal,
es decir que sobre la marcha vamos montando cada uno por su cuenta,
normalmente en casa (yo), probando cada cual su cosa, y cuando nos
juntamos, normalmente funciona, conocemos muy bien
nuestros gustos. Pero para unos cuantos temas queríamos meter algo
de teclados y eso nos lo repartimos, a mí me tocaron los teclados
del Mirant
per la Finestra. La
parte de teclados la pensé y grabé en mi casa (en Zaragoza) con mi
ordenador, de la siguiente manera: empecé con un sonido que va
creciendo poco a poco hasta dar paso a los demás instrumentos
(segundo 5), en este momento metí una melodía repetitiva que
aparece y desaparece durante casi todo el tema, acompañada por un
fondo de violines (muy electrónicos) y un sonido campanilla muy
suave, en el estribillo meto una nueva melodía de fondo (corno
inglés), también está la voz de la Sara Morales y creo que la del
Miguel (Miguel Ángel “Negro” Morales). Las guitarras las metió
el Negro y no las oí hasta que el disco estaba acabado, me
parecieron buenísimas en todo el cedé, creo que la que suena en el
Mirant
es
una acústica de doce cuerdas, suena muy bien. En el minuto 2:34 metí
el único solo o solito o improvisación de bajo de todo el disco
(dedicado este fragmento al Amor de mi vida). La letra de esta
canción me parece acojonante, no me atrevo a hacer una traducción
que sea medianamente buena, quizá algún día le pida al autor
(Xavier Canal) que lo haga y la cuelgo, pero grosso modo, empieza
así: Las
calles vacías, desdibujadas, sombras que cogen de los agujeros la
dimensión que se merecen. La luz de noche, cuando va disminuyendo,
los va convirtiendo en gigantes, cuanto más oscuro, más crecen (muy
mala traducción, unos días y la cambio). El estribillo: Mirando
por la ventana veo cómo poco a poco se va la vida; mirando por la
ventana veo óomo la ciudad se queda dormida.
Salí del habitáculo después de
hacer la primera toma. No me gusta escucharme, ni juzgarme (cuando lo puede hacer otro de fuera, con criterio, lo prefiero).
Casualmente estaba el Andreu Monsó (batería de La Ratonera) este día, había venido para grabar un trombón y le dije que escuchase lo
que había grabado (yo). Lo escuchó, con los cascos, salió, le
pregunté si estaba bien ajuntado (en los temas rítmicos, los
baterías suelen ser los mejores) y me dijo que bien y así se quedó,
a falta de meter el mini solo (lo pinché después, con ese efecto
especial...). Así lo hicimos en todos los temas del disco, yo
entraba, yo grababa, yo salía, Andreu entraba, Andreu escuchaba, yo
le preguntaba y él me contestaba que estaba bien; muy sospechoso
(que siempre estuviese bien), pero así fue, todo el disco, en
cuestión de bajos, está grabado en primera toma, eso ahorró un
buen tiempo de estudió. Creo. Cuando grabas, lo normal es escuchar y
cambiar cosas, a eso se le llama pinchazos, eso se hace o bien porque
te has confundido o bien por cambiar algo que no te gusta. Claro que
escuchándolo detenidamente, quizá hubiese cambiado alguna cosa,
pero no muchas, además si no se cambió nada del bajo y algo no está
del todo bien, siempre puedo decir que fue culpa del Andreu, que era
el que verdaderamente escuchaba y daba el visto bueno a lo que yo
grababa. El próximo día cuento más. En realidad no sé si esto le
puede interesar a alguien, pero lo prometí en el escrito inicial que
está al lado del tipo de la nariz de plata (yo). Un abrazo, sigo el
próximo martes con más.
Voy a asomarme a la ventana a
contemplar como pasa la vida.
martes, 1 de julio de 2014
XIULA LA BRUIXA, EL CEDÉ - (1º capítulo)
Canción xiula la bruixa, grupo La Ratonera.
Un
buen día, alentado por Belén Carrere, mi amor, y Jesús Laboreo, mi
camarero, se me ocurrió crear un blog (????), un lugar donde plasmar
historias. Claro que una cosa es pensarlo y otra es hacerlo.
¿Cómo
se hace un blog? Me metí en internet. Feliz de mí me decidí por
WordPres, majestuoso resultado (el prometido). Claro que una cosa es
pensarlo y otra es hacerlo.
Después
de varias horas, más que horas, creo que fueron varios días,
intentando que aquello rulase a base de repetir y repetir, logré
hacer un churro, o sea, nada. Entonces fue cuando, aparte de
evidenciar mi patanería con las nuevas tecnologías, tenía que
tomar una decisión y la tomé, en lugar del más bonito (sistema
para hacer un blog), busqué el más sencillo, claro que lo de
sencillo debía ser para el común de los mortales y yo está claro
que no pertenezco a lo común y me costó un mundo ponerlo en marcha,
pero lo logré. Ya lo tenía, ya tenía mi blogspot. Después de unas
semanas tenía el sitio donde escribir. Escribir. Una cosa es
pensarlo y otra es hacerlo.
Primer
gran dilema: ¿Sobre qué escribo? Y me puse a pensar, saque mi
corazón y mi ilusión y escribí el encabezamiento del blog, lo
intenté colgar y no cabía, vamos que escribí no sé cuántos
montones de caracteres y no cabía, lo reescribí y tampoco, lo
reescribí, lo reescribí, lo reescribí, me vino a la mente el
hermano mayor, niño, de la peli El
río de la vida. Al
fin me cupo, al fin colgué mi primer escrito.
En
este blog colgaré todo tipo de historias. También contaré algunas
de las múltiples anécdotas que he vivido de primera mano en los
innumerables proyectos de los que he sido partícipe. Anécdotas que
surgieron del roce continuo con personas con las cuales he pasado
muchas horas de ensayos, grabaciones, actuaciones, hoteles, viajes...
Hablaré de las ilusiones, las desilusiones, las mentiras, las
verdades, los hola, los adiós, los lloros y las risas, sobre todo
las risas y el Amor. Creo que es una oportunidad para conocer este
mundillo desde dentro, ya que la gente, normalmente, sólo tiene la
oportunidad de oír el resultado final. Quiero hablar del músico que
se dedica a tocar, que valora la libertad, del hombre que vive detrás
de un instrumento y quiere creer que escapa a lo común, de la
persona que trabaja cada día en un lugar distinto. También
intentaré mostrar que el paso de los años no acaba con las fuerzas
que necesitas para iniciar cada nuevo proyecto con ilusión renovada
y limpia, la misma que tenía el niño Ángel cuando empezó a
ensayar con su primer grupo. Que de vez en cuando, aún siendo
profesional, puedes empezar algo nuevo que esté más cerca del
corazón que del dinero.
No
había vuelto a leerlo,
no había vuelto a prestar atención al encabezamiento que posa al
lado de la foto de mi cara con el envoltorio plateado del bocata de
jamón que me comí aquella tarde de ocio (el jamón era de Teruel,
altísima calidad, comprado en la tienda de Rosa y Jesús en la calle
Bretón de Zaragoza) y que planté en mi nariz. Ese escrito lo plasmé
en mi blog el día 3 de abril de 2012. Un escrito que siempre veía
ahí, inamovible; unas letras pasivas que nunca releía (dos años)
¿PERO? Hoy lo he vuelto a leer y he visto que el escrito de
introducción, sobre todo fue una promesa que os hice, una promesa
que he incumplido y al darme cuenta de eso (promesa incumplida) me
siento mal, está claro que he de cumplir. Claro que para cumplir la
promesa he de desviar mis pensamientos, rehurgar en mis recuerdos y
buscar una historia musical, una experiencia musical.
Por
más que me pese, no podré escribir (por ahora) la historia que
quería y eso me duele, ya que después de descubrir, después de ver
claro el parecido, la similitud sin par, de Einstein y Giménez, es
difícil para mí dejar de lado este tema, ya que hasta que no lo
escriba no sabré el qué, y tengo ganas de saber, de descubrir, de
conocer la historia del parecido entre el genio y el físico.
Hoy
voy a narrar, según mi recuerdo siempre turbio e imaginativo (ya que
recuerdo siempre más los sentimientos y las sensaciones que los
detalles), la grabación de un disco en el que intervine (grabé),
precisar qué pasó, quiénes éramos, las canciones, anécdotas,
etc. Claro que una cosa es pensarlo y otra es elegir. ¿De qué disco
puedo hablar?
Después
de darle varias vueltas, he decidido hablar sobre la grabación del
disco Xiula
la Bruixa.
Este es un disco de esos en los que he grabado y que en ocasiones
vuelvo a escuchar, os aseguro que eso no es lo común en mí, de
hecho no suelo volver a escucharme, ni siquiera al acabar de
grabarlos, incluso alguno de ellos aún están en el papel de celofán
que los envuelve y seguramente hay varios que no debo ni tener en
casa, además de otros que con sólo pensar en ellos me da dolor de
barriga. Pero éste, por lo que sea, de vez en cuando vuelvo a
ponérmelo, a escucharlo, no sólo esto, tengo varias canciones en mi
ipod que siempre me acompaña (el mp3) a todos los sitios cuando he
de ir solo (muchas veces) caminando por la ciudad. ¿Por qué me
enganché a éste? Seguramente la razón no es sólo musical, si bien
me gustan las canciones
y
me gusta el personal, en lo personal e
incluso me gusta cómo toqué en él (cosa que también ocurre pocas veces).
Hay algo en este disco que me enamora.
Creo
que la música te puede entrar de muchas maneras pero está claro
que, para que se convierta en especial (para mí, para ti), tiene que
entrarte en el corazón y eso no sé por qué sucede, no es por la
calidad, ni por nada tangible, es como el amor, es un sentimiento que
te elige. Creo. ¿Me estoy liando? Voy a poner un ejemplo
comprensible. A ver: Los Beatles. Soy fan de ellos desde crío y he
escuchado todos sus discos varias veces, pero hay un disco que cuando
lo vuelvo a escuchar se me pone una sonrisa interior, me transporta a
otros tiempos, evoca en mí momentos de soledad con ellos (escuchando
el vinilo en el desván de mi casa), recuerdos de amigos de infancia,
del fútbol en la calle, el cole (en donde ya estaba Xavier Canal),
no es el mejor de ellos ni mucho menos, es un disco de la primera
época y aunque si alguien me preguntase ¿cuál es tu disco favorito
de los Beatles? posiblemente contestaría Sgt.
Pepper's,
cuando escucho A
Hard Day's Night me
dan ganas de vivir. ¿Por qué? Es un sentimiento, es amor. Pues con
el disco de la Ratonera, Xiula
la Bruixa, me
sucede algo parecido, es un disco que me traslada a unos momentos, a
una ilusión. Sentimientos.
Voy
a intentar, en unos cuantos capítulos, contar cómo fue aquella
grabación, contar también la historia (como yo la vi, contar lo que
viví) de cada canción o de unas cuantas.
Era
el segundo disco que hacíamos La Ratonera (el grupo se llama así).
Por un lado Xavier Canal, amigos desde EGB, hablamos de los setenta
(para saber más sobre nuestra relación podéis leer la historia
Adelante, la primera de este blog) y por otro Miguel Ángel Morales,
el Negro, amigo del barrio del Palillo (algún día escribiré algo).
Algún otro día hablaré de la Ratonera, del grupo, de cómo surgió,
de cómo me adoptaron el Xevi y el Negro, pero eso es otra historia.
Cuando
yo entro en contacto con el proyecto, cuando me entero de que una
discográfica nos va a pagar la grabación de un disco, que vamos a
grabar un nuevo disco (el segundo con La Ratonera), las canciones del
disco ya estaban hechas, el Xevi había compuesto unas cuantas nuevas
(nuevas para mí, ya que otras ya llevábamos un tiempo tocándolas
en conciertos) y había arreglado un tema de Lluis Llach. Después
supongo que se juntaría con el Miguel Ángel Morales, el Negro, y
dejaron las estructuras y todo bastante definido. Yo en Zaragoza,
ellos en Manresa. Las canciones me parecieron buenas, pero la verdad
es que yo necesito oírlas muchas veces para saber si me van a
enganchar o no, claro que mi gusto, no sé por qué razón, no
concuerda demasiadas veces con el de los demás y siempre que apuesto
por una canción, la que más le gusta a la gente es otra, pero esto
es otra historia que quizá algún día cuente.
Ya
teniendo las canciones, había que arreglarlas para llegar al estudio
sabiendo qué teníamos que hacer, ya que la discográfica no se
estiró demasiado y teníamos muy pocas horas de estudio. En este
grupo no hay arreglista propiamente dicho. Cada uno de nosotros tiene
libertad absoluta para hacer lo que crea más conveniente. Tampoco se
ensaya demasiado, hablamos de cosas, pero por lo menos a mí nunca
nadie me ha dicho qué es lo que debía tocar, en ocasiones sí que
hablamos de un tipo de sonido o idea general, del tipo de ritmo y
esas cosas, pero es muy raro llevar una idea superacabada
unilateralmente. Siempre hay algún arreglo de cuerda o teclados o
voces que alguien tiene que pensar y, en el caso de la Ratonera,
tocar, ya que no hay teclista. Creo recordar que nos repartimos un
poco esta labor, o surgió de forma espontánea, pero dado que yo
estaba en Zaragoza y ellos en Manresa, no podíamos vernos muy a
menudo. Recuerdo haber metido teclados en dos temas y … bueno, de
eso hablaré cuando toque hacerlo.
Preparamos
todo con gran ilusión. Se respiraba un aire especial, fue como
rejuvenecer. Después de unos bolos y unos pocos ensayos empezó el
acto (de grabar).
Llegué
a Manresa desde Zaragoza y subimos al estudio KAY, allí nos esperaba
el Nyanyo (J.A. Castanyo), uno de los mejores técnicos de sonido que
he conocido.
Voy
a volver atrás, creo que me he saltado algo que tiene su
importancia.
En
realidad todo empezó con la maqueta, unos meses antes de iniciar la
grabación. La compañía parecía interesada por nuestro trabajo y
nos pidió una maqueta. La grabamos y la enviamos. Todo bien, pero
necesitamos un “hit” (nos dijeron). Y fue cuando Xavier Canal (el
alma y compositor del grupo) escribió Xiula
la Bruixa (la canción),
y eso les convenció y entonces se cogió fecha para el estudio.
Me
presenté con mi bajo Factor para grabar en los estudios KAY.
martes, 29 de abril de 2014
TRES IDEAS
Delilah. Cliffor Brown & Max Roach.
Estoy
desayunando en la terraza de un hotel de Barcelona, me apetece
escribir, pero tengo mis dudas sobre qué tema hacerlo. De principio
tengo tres ideas: la filosofía, la física cuántica o el parecido
que hay entre Albert Einstein y Luis Giménez.
Es un
lío, las tres tienen un interés relativo (para mí), como muchas
historias antes de ser contadas, seguro que cualquiera de ellas puede
dar mucho de sí (sobre todo si las escribiese alguna otra persona
más capaz), pero nunca se sabe lo que puede salir de ellas antes de
pasar por mis manos. Voy a pensar un poco en ello antes de decidirme.
La
filosofía. Ésta puede ser divertida, ya que no tengo ni idea, de
hecho he leído más sobre filosofía (de manera consciente) en estos
dos últimos años que en toda mi vida, eso debido a la Mercè García
y los artículos que cuelga en su Facebook. También me he aficionado
a escuchar a los del Mundo Today en el programa de Javier del Pino en
las mañanas dominicales, además de mi época en la que leí sobre Zen y practicar la meditación y sobre todo, cuando tenía unos
diez u once años, cayó en mis manos un libro que aún conservo, que
hablaba de unos cuantos personajes históricos y otros imaginarios,
donde se me presentó a Diógenes. Además también he escuchado a
Brassens. Vamos, que mi base, propiamente dicha, sobre filósofos no
es muy sólida, pero seguro que puedo sacar conclusiones
(posiblemente descabelladas) divertidas (para mí y algún otro),
hasta llegar a la conclusión de que nunca te puedes escapar de la
filosofía y que, sin querer, siempre he estado leyendo sobre ello.
Bueno, que sobre todo lo que lees y vives siempre puedes sacar la
parte filosófica de las cosas, que en muchas ocasiones no es tan
distinta de la de los grandes pensadores. Me lío. Éste sería el
punto de partida, el pensamiento general (a priori) de lo que
escribiría.
Física
cuántica. Este tema no se escapa mucho del anterior. Por lo que he
leído sobre ello, he llegado a la conclusión de que son gente (la
que intenta demostrar sus teorías) que no se aleja demasiado de los
filósofos, me parece entender que son un grupo de físicos con una
mente muy abierta que intenta volver a juntar lo que mueve el mundo
de lo lógico con el pensamiento filosófico y el poder de la mente.
Nuevamente es un tema del cual no tengo ni idea pero, justamente por
este motivo, llegaré a unas conclusiones la mar de disparatadas. La
física cuántica ( bajo mi prisma) me podría llevar a imaginar un
mundo donde cada persona vivimos, de una manera unísona, mundos
distintos, un lugar (el nuestro) que funciona por la fuerza de la
mente conjunta, en el cual creemos en un millar de cosas y funcionan
(estas cosas) porque nos las creemos sin entenderlas. Por ejemplo,
que un avión pueda volar o el espacio tiempo o los universos
paralelos. Vamos, que la cosa, en mis manos y debido a mi falta de
información sobre el tema, seguro que puede ofrecer una visión agradablemente esperpéntica sobre el asunto.
El
parecido entre Albert Einstein y Luis Giménez. Esta tercera opción
es, quizá, la que puede parecer, a simple vista, la menos
interesante (claro está, si quitamos la curiosidad que pueda
suscitar a Luis y algún que otro conocido), pero estando Einstein de
por medio, no se aleja demasiado del tema anterior, o eso se puede,
de entrada, concluir. Pero, en realidad, el parecido que yo veo entre
ellos dos, es un parecido estrictamente físico. Igual me he pasado
con estrictamente, y eso no lo digo porque no piense que no se
parezcan físicamente, cosa ésta que es a todas luces evidente, es
que también tienen muchas cosas en común, aparte de lo físico.
Pero la historia (creo) la plantearía sobre sus diferencias,
intentaría demostrar que, aunque dos individuos sean muy parecidos,
incluso clavados físicamente, no es garantía, de entrada, de calco
intelectual o filosófico. Esta historia la plantearía de una forma
(dentro de mis posibles) rigurosa ( Luis, si lo lees no te asustes,
sería amable y curioso y no revelaría ningún secreto).
Una
vez más me he liado escribiendo sin parar y creo que esta chapa es
suficiente por hoy, lo positivo del asunto es que, a partir de hoy,
tengo nueve días para pensar en cuál va a ser el tema sobre el cual
voy a escribir el próximo martes (hoy es domingo). Voy a buscar a mi
amada para acercarnos al restaurante. Empiezo a tener algo de hambre
y la carta me parece muy sugerente.
martes, 1 de abril de 2014
VERDE
(Un buen día encontré en casa de mi madre el romancero gitano, anoche el insomnio me llevó de nuevo a él, me pareció adecuado el romance sonámbulo y le robé alguna frase suelta. Ahora, esta tarde, me ha salido esto)
La noche se puso íntima, todo somos dos, en un lugar de la pequeña plaza: retumba el agua de la fuente a mi espalda mientras nuestros labios se rozan.
Bajé
del monte, agosto de 1928, los farolillos de hojalata alumbran la
plazoleta casi vacía; sólo ella, las cosas la están mirando, se
mecía, su pelo negro se mece; de repente un gato garduño pasó veloz,
salté el barandado verde que rodeaba la plaza, me acerqué a ella,
preciosa, es luna. Se bajó del columpio hecho de soga y madera seca
que había montado el Ambrosio para los niños, sin mediar palabra se
acercó a mí, me acerqué a ella, la noche se puso íntima.
La
pareja de la guardia civil, borrachos ellos, se acercaron a nosotros,
quisieron llevarse a la gitana, por serlo; resonaron en la enrarecida
madrugada los muelles de la albaceteña, y en su lucha, ciega, por la
vida, salí mal parado. Huí, marché, escapé al monte, los
borrachos disparaban, regresé al monte. Rastro de sangre, rastro de
lágrimas, rastro que al amanecer me delató. Ahí estaban serenos y
mal encarados, apuntándome con sus mosquetones, con su uniforme
verde.
Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio. (Federico García Lorca).
viernes, 28 de marzo de 2014
10.227
Listado de las 101 historias del blog. Música The Journey Home (jarrett)
He
rebasado los 10.000. Más de 10.000 veces alguna de ellas, mejor
dicho, más de 10.000 veces entre todas ellas. Os doy las gracias.
Gracias a los que lo habéis hecho alguna vez (estos quizá nunca
lean este agradecer), gracias a los que lo hacéis con cierta
asiduidad (por porcentaje, estos, vosotros,
algunos de vosotros lo recibáis).
Gracias
a los miércoles donde veo los que lo hacéis, porque lo veo; lo veo
porque tengo el poder, tengo la aplicación, sé que existís,
gracias a los miércoles.
Una
curiosidad, un misterio, seguís aumentando los de EE.UU. Flipo con
esto, lo hacéis casi tanto como en España, o eso o es que la base
de datos me engaña, la estadística que me ofrece mi aplicación
contable del hecho, tiene un error.
Nunca
hubiese esperado tanto interés de nadie,
nunca hubiese pensado tener ningún tipo de interés, de suscitar
apego alguno en este campo. Pero, aunque seguramente es poco para
la mayoría de la gente que tiene un blog de historias, para mí es
mucho y os estoy muy agradecido. Os agradezco a todos los que habéis
leído alguna vez mis historietas. Pero sería un desagradecido si no
agradeciera especialmente a Belén Carrere y a Jesús Laboreo, por su
inestimable ayuda y por convencerme de hacerlo. Un abrazo a todos.
Gracias. Más de 10.000 veces habéis leído, entre todos, alguna de
mis historietas. No sé si va a quedar demasiado cargante hacerlo una
vez más, pero como en este lugar y en este momento soy yo el que
elijo, me repito una vez más. Gracias.
Estoy
algo tentado de hacerlo otra vez, pero seguramente si algún día lo
releo, me parecerá demasiado, quizá hasta me parezca mal haber
escrito este texto. Probablemente, si lo viese escrito en otro lugar,
no me gustaría tanto jabón, pero en este momento lo siento así,
tal vez mañana o dentro de un rato me critique, quizá, pero ya está
y... nada, que lo paséis bien.
¿Acaso
me habría gustado leer algo así? No creo, si el azar me hubiese
hecho abrir un texto como éste, posiblemente... En realidad no sé
lo que habría pensado, pero sí sé lo que no habría sentido, no me
habrían entrado ganas de reír ni de estornudar ni ganas de peinarme
ni de comerme un asado ni ganas de agradecer a nadie nada o sí,
quizás me tentase agradecer algo a alguien, coger el teléfono y
decirle gracias a esa persona que tanto me ha dado, no sé. Me he
liado. Creo. Ciao.
lunes, 24 de marzo de 2014
BLUE VALENTINE
http://youtu.be/yZhn510DVSk
Este miércoles día 26 de marzo a las 20:30 en el Teatro de la Estación de Zaragoza, Blue Valentine, tocaremos temas de Tom Waits. Habrá un previo recitativo de Puritani Sergio Ortas junto a Shelly Pastor.
Blue Valentine es un trío zaragozano que interpreta canciones de Tom Waits, el nombre
del grupo es un homenaje al disco del mismo nombre que Waits editó en 1978.
Waits, entre otras cosas, es poesía y buenas canciones cantadas con su voz áspera y
empapada de sentimientos, que Ernesto Cossío, el cantante de Blue Valentine, logra
plasmar de manera magistral.
Blue Valentine se recrea en el mundo mágico de Waits, personalizándolo,
reconvirtiéndolo en propio, siempre con el mayor de los respetos, sin olvidar jamás la
esencia artística de donde viene. El blues, las baladas, el rock, el folck, el humor, el
artista, el cabaret, el jazz, el circo, la oscuridad, la fuerza, trascurren de forma fluida
durante el espectáculo, un repertorio que se ha ido haciendo con el paso de años de
actuaciones. Hoy Blue Valentine ofrece un concierto apasionado en el que se pueden oír
canciones de casi todos los discos de Waits.
Blue Valentine nació el 27 de abril de 2008, con una primera actuación que se hizo en el
Molly Malone de Villanueva de Gállego dentro del ciclo Música en la Calle.
Los componentes del trío son: Ernesto Cossío a la voz y guitarras, Coco Balasch al
contrabajo y Fran Gazol a la batería.
miércoles, 19 de marzo de 2014
ENCONTRÉ LA MÚSICA DE CHARLIE.
First Song. Charlie Haden, Geri Allen y Paul Motian.
Si en
algún espejo me he mirado, ha sido el de Charlie Haden. Son un
montón los músicos que me han influido, pero si del instrumento de
mi vida he de hablar y del hombre que lo toca, Charlie Haden ha sido
el que más me ha influido,
Aquí
dejo un tema que me enamoró, un sólo de contrabajo que me abrió
una nueva visión, un lugar a imitar, un sitio donde me encuentro
cómodo.
Acompañado
por dos de los músicos que más me gustan. De ella ya hablé en mi
historia “ me di cuenta que también me gustaban las mujeres” y de él
(Motian) un día hablaré largo y tendido, de la admiración que
siento por sus trabajos como líder y de él como acompañante.
martes, 25 de febrero de 2014
NORRIN RADD (2ª parte)
Divine. Fredrik Kronkvis, sax, Aaron Goldberg, piano, Reuben Rogers, Bass y Gregory Hutchinson.
Es sábado, Felipe vuelve a pasar por el descampado, toca el timbre
del segundo primera, Josep baja las escaleras.
- Hola.
- Hola, me he traído todos los tebeos que no quiero guardar, vamos, que me llevo todos menos los de superhéroes.
- Yo, también. Jijiji.
Ya se habían convertido en coleccionistas.
Felipe sólo pensaba en superhéroes, incluso leía e intentaba
introducirse en sus pensamientos (de los superhéroes y
supervillanos), que solían ser bastante simples. El tema de las
historietas estaba claro, los supervillanos eran unos tipos que
querían enriquecerse robando o querían conquistar el mundo o
vengarse de alguien o cosas por el estilo; en su empeño por
conseguir estos tan ruines objetivos (parecen banqueros o políticos
o …), no les molestaba destruir edificios o matar a personas
inocentes, pero, por suerte, entonces aparecían los superhéroes
para evitarlo, cosa que no era siempre sencilla, ya que los
supervillanos tenían el mismo o más poder que los superhéroes. A
Felipe le gustaba la simplicidad del asunto, pero en el surfista
plateado había encontrado algo nuevo, era un ser distinto a todos, o
eso le parecía a Felipe (sólo lo había leído en el 48 del los 4
fantásticos).
Llegaron a la tienda y entraron, esta vez sabiendo como funcionaba.
Felipe se lanzó a buscar a Estela Plateada.
- Estela tiene más poder que nadie y no fanfarronea, es un tipo
callado, es un tipo curioso.
Tuvo
suerte, dos de Estela: El origen de Estela Plateada y En
manos de Mefisto. Josep buscaba
como loco los de Thor. Felipe cogió dos más de Conan, uno de la
Patrulla X, uno del Capitán América, uno del Hombre de Hierro y
otro de Namor.
Así fue pasando todo el año, excursiones de sábado a la calle
Remei de Dalt. Después de estas excursiones venían las semanas
lectoras.
Le
impactó El Origen de Estela Plateada,
quedaba claro (en la mente de Felipe) que Estela (Norrin Radd), era
un ser especial que se sacrificó en un principio para salvar a su
planeta (Zenn-La), un lugar paradisíaco, donde reinaba la paz hasta
el día en que llegó el devorador de mundos, Galactus, dispuesto
(Galactus) a devorar aquel bello planeta. Norrin Radd llegó a un
pacto con el descomunal villano y se convirtió en su heraldo, Norrin
dejó a su amada en Zenn-La, y empezó a buscar planetas para que
fuesen engullidos por el majestuoso Galactus. El corazón de Norrin
era grande y buscó siempre planetas deshabitados, pero un día fue a
parar a la tierra y se enfrentó a Galactus, el cual tuvo que irse
sin engullir nuestro planeta. Pero, como castigo, (Galactus) montó
un escudo alrededor de nuestro planeta, una barrera invisible,
infranqueable, incluso para Estela Plateada... Desde aquel momento
Estela se quedó prisionero en nuestro planeta, rodeado de seres
incomprensibles (por su forma de actuar). La tristeza del poeta
sideral es infinita, ha sacrificado su vida por unos estúpidos seres
que se mueven por codicia y envidias, campeones en destruir y
destruirse. Norrin Radd vive cerca de nosotros y vela por nuestro
bienestar en la distancia, lejos, pero atento a los peligros que
vienen del exterior.
Estela (piensa Felipe) es un desgraciado con sentimientos
encontrados, encarcelado en nuestro mundo eternamente, un superhéroe
traumatizado y solitario.
- Me gusta Estela Plateada, es mi favorito.
Pasaron los años y Felipe acumuló cientos de cómics Marvel (de
Vértice). Completó la colección de Conan, intento completar la de
Estela (se quedó a cuatro), pero cada vez era más complicado
encontrar cómics de superhéroes y menos aún de los más famosos,
los últimos que se llevó eran de Tenax y del Motorista Fantasma. Se
acabaron. No volvió a la tienda.
Felipe se hizo mayor (20 años), pero en ocasiones aún leía a sus
héroes, de hecho, acumuló tantos que algunos aún no los había
leído cuando...
Un buen día tuvo que emprender un viaje de varios meses (cosas del
gobierno de entonces).
Al volver a casa de sus padres, después del retiro obligado, se
encendió como la Antorcha Humana de los 4 Fantásticos al darse
cuenta que los cómics, sus cómics, no estaban en su habitación. Su
hermano, en su ausencia, los había regalado a un amigo (del
hermano).
- Me siento fatal, cabrón (si supiese lo que me costó reunirlos).
A
los cuarenta, Felipe, se volvió a comprar El Origen de
Estela Plateada.
martes, 18 de febrero de 2014
NORRIN RADD (1º parte)
Robot, . Diego Martinez de Pisón, Pedro Lacarra, Coco Balasch y Jesús Fandos.
Era
sábado por la mañana. Era la primera vez que Felipe iba a ir. Sabía
el tipo de producto que iba a encontrar, sobre todo el que iba a
buscar, se había sumergido cientos de veces en aquellos relatos y el
sitio, el habitáculo, se lo habían descrito más de una decena de
veces. Se acerca la hora.
Pasó
a través de los campos, él (Felipe) vivía en una esquina del
pueblo, su casa era la última, al sur las casas de los seis mil y
pico habitantes de habitaban San Juan y al norte bosques y campos.
Enfrente aún no habían edificado y, además de mostrar las más
preciosas puestas de sol, este terreno salvaje servía de zona de
juegos a la vez que de alcorce para ir a casa de su amigo. Emprendió
camino.
Cogieron
el bus, les dejó en la calle Cardona. Al bajar, Felipe volvió a
aplastar su nariz en el escaparate para admirar la resplandeciente
Zeus que coronaba la exposición.
Al
alcanzar la Muralla del Carme, se quedaron mirando cómo fumaban dos
bomberos que charlaban y tomaban el sol de la mañana. Se metieron
por la calle de al lado de la carnicería donde la madre de Felipe
suele comprar las hamburguesas, riquísimas. A partir de ahí,
terreno inhóspito, calles desconocidas. Seguían las instrucciones
que Antonio les había dado, mapa mental y el nombre de la calle,
como indicación el hospital de Sant Andreu. Felipe hacía de guía,
ya que suele venir más a Manresa, su abuela vive en el carrer de la
Mel. Después de avanzar por sitios extraños y desconocidos, después
de dudar en varias ocasiones y desandar lo andado alguna que otra
vez, al fin el carrer Remei de Dalt. Pasaron por delante del
hospital, prueba inequívoca de que iban por el buen camino.
Felipe
se hurgó en el bolsillo para asegurarse de que llevaba las monedas
que su madre le había dado para el proyecto, miró la bolsa de su
compañero de viaje y el contenido era parecido. Estaba muy nervioso.
¿Valdrán lo mismo un Mortadelo que un joyas literarias?
El
objetivo que tenían los dos muchachos era conseguir cuantos más
mejor, cómics Marvel, que ya por aquel entonces habían
dejado de verse en los quioscos y librerías. Los de ediciones
Vértice.
Estaban
delante de la puerta, se pararon un momento, se miraron y entraron.
-
Huy, hace fresco aquí dentro.
La
temperatura del habitáculo bajaba, por lo menos cuatro grados
respecto a la del exterior, hacía fresco, estaba poco iluminado.
Había un señor con gafas a la izquierda, sentado tras una vieja
mesa de madera de uno cincuenta por uno (aproximadamente), de la
superficie de la mesa sólo un pequeño corro estaba libre de libros,
todo eran montones de revistas y tebeos, incluso a su alrededor, por
el suelo, estaba lleno de montañas de más de un metro de altura,
publicaciones de todo tipo, desde chicas con poca ropa a prensa del
corazón. Pero lo que más había era tebeos, montones de ellos,
desde el capitán Trueno a Zipi y Zape.
-
(Ostia, un Spiderman).
Felipe
divisó sobre la mesa un ejemplar de Spiderman, hasta la fecha
sólo había visto el que atesoraba Jesús y no quería cambiar por
nada, ni vender, ni dejar.
Enseguida
entraron en faena, le preguntaron por los Marvel, el hombre de
gafas de culo de vaso y bigote les indicó unas estanterías que
había un poco más allá de media sala, pero antes les interrogó
sobre lo que llevaban en las bolsas.
- ¿Son para vender?
- Sí.
El
hombre coge los tebeos y los tasa, a continuación les entrega un
papelito, que no es otra cosa que la esquina de la Vanguardia de hace
unos días, eso sí, con valor de cheque al portador, con una
anotación, cifra que desvelaba su valoración sobre el material
entregado. El hombre les explica que este cheque se puede cobrar o
canjear por tebeos.
Felipe
no puede esperar más, recoge el “cheque” y se dirige a paso
rápido a las estanterías donde, en teoría, tienen que encontrarse
los superhéroes. Felipe flipa: Los cuatro fantásticos, Conan el
bárbaro, Namor, los inhumanos, Dan defensor, el hombre de hierro, la
Masa, los hay a centenares,
muchos de ellos desconocidos.
Al mando de una innovadora nave, Reed Richards surca el universo
junto a otros tres compañeros. En un momento del viaje, una lluvia
de rayos cósmicos les alcanza. De regreso a la tierra no notan nada
especial, pero poco a poco se van dando cuenta de que cada uno de los
tripulantes galácticos ha adquirido unos superpoderes, los cuales
utilizarán en pro del bien común terrícola. Pero Ben Grimm, uno de
los integrantes, no sólo se apodera de una fuerza descomunal, sino
que también cambia su aspecto, metamorfosis total en mole de
ladrillo, cosa que no lleva nada bien, ya que con este aspecto asusta
a todo ser viviente, además jamás podrá conseguir el tan anhelado
amor.
- Uauuu. Flipante.
Felipe
se leyó Conan, los
dos de Namor y uno de
Thor, incluso dejó de
ver la peli de la tarde para poder seguir leyendo. Antes de dormir,
admiró las portadas de sus nuevos (bueno, de segunda mano) y
primeros cómics de superhéroes.
El domingo se despertó temprano, salió a la calle después de
desayunar. Era demasiado temprano para los demás, esperó sentado en
la acera hasta que salió Roberto.
- Hola.
- ¿Quieres cambiar tebeos?
- Vale.
- Nos vemos en la Plaza.
- Ahora mismo bajo.
Se acababan de sentar y salen Juan, Fernando, Rafa y Josep. Están en
la plaza Anselm Clavé, ¿qué mejor sitio para un intercambio coral?
Todos
expusieron sus ofertas, eso es la guerra. Entre otras cosas, Felipe
se llevó el nº 48 de los 4 fantásticos,
esto iba a cambiar su vida, pero aún no lo sabía. Logró cambiar
todos menos el de Conan,
incluso el de Esther
lo cambió por un Zipi y Zape.
El de Thor lo canjeó
por un Dan defensor,
un motorista fantasma
y uno de Esther, se
dio cuenta de que los de Thor
tenían un valor especial. Volvió a casa con unos cuantos más de
los que tenía.
La
semana se hizo larga esperando ansioso que llegase el próximo sábado
para volver a ir con Josep a la increíble tienda. Aquella semana se
leyó todos los cómics, incluso el de Esther.
El
de los cuatro fantásticos
se lo leyó dos o tres veces, en aquel nº48 vio por primera vez al
que iba a ser su superhéroe favorito, un hombre plateado de 1,99 cm
de nombre Norrin Radd.
miércoles, 12 de febrero de 2014
SOY EL MEJOR (2ª PARTE)
Resignation, Brad Mehldau.
No
sólo se busca y se premia la perfección en el deporte, sino que
también se hace en muchas, por no decir en todas, las disciplinas.
Ejemplo
musical. En la música, la velocidad del instrumentista es algo que,
al igual que en el atletismo, es muy valorado. Deja una estela que
pocas veces vemos, huella que es tapada por nuestra admiración. Pero
a mí eso no me pone nada (la velocidad), antes flipaba con la
velocidad, pero hace ya mucho tiempo que dejó de llegarme. Aclaro:
actualmente valoro más la música que al músico, la misma persona
me engancha o no, depende del día (suyo y en ocasiones mío), de su
interpretación, de su improvisación, de su canción, de la canción.
Lo mismo me pasa con la precocidad, la veo sobrevalorada
(artísticamente hablando), cuando veo un niño o niña tocando un
instrumento muy bien (técnicamente hablando), lo único que me causa
es asombro (si es muy sobresaliente), la emoción se enciende en mí
cuando escucho a un instrumentista que me llega, no me condiciona el
que sea hombre, mujer, niño, niña o que tenga algún tipo de
deficiencia. No valoro si siente dolor al tocar (“Petrucciani”),
si toca de espaldas al público (“Davis”) o con las piernas
cruzadas (“Gould”) o con dos dedos (“Reinhart”), lo único
que valoro (actualmente y hace ya años) es que lo que oiga me toque
mi fibra sensible (¿alma?), valoro lo inmediato, nunca el
currículum. Insisto. Valoro lo que oigo, no lo que veo, lo que se ve
son puras anécdotas (para mí), prensa del corazón. Hoy voy de
duro.
La
preparación de un instrumentista en música clásica y sus objetivos
no se diferencian demasiado de los de un atleta de cien metros
(distancia de la prueba atlética). Ya sé que esto debe sonar a
barbaridad, pero voy a intentar explicarlo, exponer mis pensamientos,
mis sensaciones que, claro, no tienen porque ser las más acertadas,
pero hoy por hoy es lo que siento y así lo voy a dejar escrito.
Ufff. Que miedo, igual mañana cambio de opinión y alguien me dirá:
tu dijiste que …
La
búsqueda de una técnica perfecta, cosa que es complicada de
conseguir y requiere mucho esfuerzo (al igual que en el atletismo o
la natación o …), y el objetivo que, parece ser, es tocar mejor
que nadie unas obras que llevan, en ocasiones, siglos entre nosotros,
crea en mi mente un paralelismo con las pruebas atléticas que son
siempre las mismas y se batalla para conseguir hacerlas mejor (más
rápidas) cada día.
Parece
que el auténtico objetivo es conseguir, a base de estudiar un sinfín
de veces las obras de músicos muertos y tocar estos papeles escritos
una y otra vez hasta lograr la perfección, convertirse en el “mejor
del mundo” en tocar a Chopin (ejemplo), ostentar el récord para
regocijo suyo, de sus familiares, de sus seguidores y de los que se
alegran de estas cosas, aún siendo conscientes de que tarde o
temprano aparecerá algún otro u otra, posiblemente más joven que
l@ destronará. Nos gusta sufrir. No le acabo de pillar el punto, con
tanta grabación, creo que a mí ya me vale con estas versiones,
podrían probar con música más actual. Se desmoronaría el invento.
¿Cómo
se valora? ¿Quién otorga? A diferencia con el atletismo, que te
corona la aplastante evidencia de los minutos, segundos, centésimas
y milésimas, en la música (en el arte en general, donde cada cual
siente de una manera) “Soy el Mejor” lo valora y lo corona un
elenco de personas con un gusto y unos oídos exquisitos (marqueses
de lo impuesto por ley). Que sean personas las que valoran,
seguramente favorezca que siempre haya un nuevo ídolo ostentador del
récord (siempre digno de la tradición).
Está
claro que llegará un día en que no se podrán batir récords
olímpicos ni mundiales, por una evidencia, el ser humano, nunca,
por mucho que adelante en fabricación de zapatillas deportivas y
suelos de competición, nunca correrá a la velocidad de la luz
(ejemplo exagerado para fácil comprensión del caso que nos atañe o
me atañe o no sé), al igual que seguramente llegará un día en que
nadie logre tocar la Fantasía Oriental de Balákirev “mejor”,
claro que, como esto último siempre va a depender del grupo de
coronadores, quizá siempre se estime que es mejor versión la del
chico o chica que la ejecutó este año en Viena, Florencia, Nueva
York o Boston. Me lío. Me canso de este tema.
Salto
neuronal. Ahora pienso en la diferencia entre la música clásica y
el Jazz, en su aprendizaje y las bases instaladas e inamovibles
(sobre todo en el clásico), ya que pienso que música sólo hay una.
Pero. ¿Qué es lo que busca cada estilo? ¿Qué va mejor para la
mente? ¿Cuál aporta más alegría? ¿Se puede comparar el Jazz con
el atletismo? ¿Cómo ve a Monk o a Duke Ellington un pianista de
clásico? (dos patanes de la técnica exquisita) ¿En su formación,
se hace escuchar música a los alumnos de clásico? ¿A los de Jazz?
¿Lloverá mañana? ¿Me he liado?
Anexo.
Otro punto en común a tener en cuenta, entre el de los 100 metros y
pongamos por ejemplo un pianista tocando la sonata nº 29 de
Beethoven, es la cara de esfuerzo de los dos. Creo.
Otro
tema relacionado. Podría ahora empezar a sopesar a la gente que
inventa cosas o descubre remedios para sanar, hablar sobre las
farmacéuticas que buscan a los más sobresalientes investigadores
para dar con la solución buscada (lo más rápido posible), que en
ocasiones pienso que son buscadores de milagrosos fármacos que nos
mantengan enfermos eternamente, depender de este gasto de por vida.
Crónico, la palabra favorita del vendedor de fármacos.
El
punto al que quería llegar. Bueno, que siempre se premia al “mejor”,
ya desde temprana edad se busca al “mejor”. ¿Qué pasa con los
que no son los mejores? ¿Los padres no se sienten orgullosos de
ellos? ¿La sociedad los deshecha? Y ¿qué pasa con los segundos?
¿qué pasa con los que siempre se ven relegados al segundo puesto? A
un segundo puesto, en ocasiones esforzándose más que el récordman.
¿Son estos también perdedores?
Perdedores,
esta palabra que tanto ha sonado en las películas americanas, de
joven me parecía una tontada, ahora no sé qué pensar (ahora es
este instante, vamos, que no me apetece emprender con esto).
Lo que
quería decir de verdad. Todo este rollo me reafirma en que aún
estamos manejándonos en la prehistoria, claro que es una enseñanza
por la que tenemos que pasar para llegar a un mejor futuro común.
Obligar a la gente a ser el mejor, para tener un futuro seguro
(individual), ganar mucho dinero para ser feliz ¿feliz? Y ¿qué
pasa con el niño que era el mejor y al final no ha conseguido el
objetivo esperado?
Demasiadas
preguntas sin desarrollar. Resuelvo. Lío final. Creo que nos
encontramos en la antesala (muchos años aún) de un mundo donde la
gente se esfuerce por los demás y para disfrutar de sí mismos,
buscar la cura verdadera para regocijo de sí mismo y de su prójimo.
Estamos a varios años de descubrir la enseñanza ideal, donde el que
tarda más en aprender sea igualmente valorado que el más rápido,
donde, en todo caso, se premie al que se esfuerza, que se le premie
con la amistad y una sonrisa, nunca con un trofeo y menos aún con
unas monedas. ¡Qué carajo! Seremos tan puros que no esperaremos
reconocimiento alguno. Estamos lejos de querer dejar de impartir
dolor, maltrato tanto a humanos como a animales (seremos lo mismo).
Es obvio que en este futuro, seremos todos vegetarianos. Estamos muy
alejados de valorar por ser, no por correr.
Cuando
me preguntan en qué época me hubiese gustado nacer, tengo claro que
en un futuro lejano, en un mundo con un solo gobierno o incluso sin
él, con igualdad para todos y donde los valores que nos muevan sean
otros muy distintos al dinero y al ser “el mejor”, el más
rápido, el más rico, este último que deja una larga estela
(normalmente) de desigualdades. Desde hoy o quizá desde ayer o más,
me esfuerzo en no admirar al “ el mejor”, me esfuerzo por
disfrutar de la belleza, a gozar de una conversación con cualquier
persona que me quiera contar algo que se salga de la admiración
hacia el atleta, el concertista o el millonario, este último que
consiguió su primer millón de dólares antes de cumplir los veinte
(valor añadido), precocidad dolorosa, virtud que seguro deja una
estela de desigualdad (la de todos ellos).
Quiero
conocer al niño que no atiende en clase porque está embobado
mirando por la ventana al pájaro que se está comiendo unos trozos
de pan, que él (el niño), unos minutos antes, ha dejado
voluntariamente (las migas) en un sitio estratégico del patio a la
hora del recreo, descubrir que este es el motivo por el cual a
llegado el último a la fila. Me gustaría que la maestra en lugar de
reprimirle, le dijese al resto de la clase que pegasen sus diminutas
narices al cristal y que él (el niño de las migas) comentase al
resto de la clase por qué hace esto, qué siente. Quisiera
conocerlo, también, de mayor y descubrir que aún guarda trozos de
pan en su bolsillo.
Un
abrazo.
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