lunes, 8 de septiembre de 2025

Jan Garbarek, The Hilliard Ensemble - Officium - ECM 1993

   



    Algunos Los sellos discográficos marcan claramente la tendencia, el estilo del disco, incluso dentro de un mismo artista; por ejemplo, cuando John Scofield cambió de Blue Note a Verve, su música cambió de forma radical: pasó de hacer, probablemente (para mí), los mejores discos de guitarra de los noventa (con permiso de Metheny) a publicar un disco soseras, siempre que lo compares con los siete anteriores. La cosa es que, en 1990, fichó para Blue Note y, ya con el primero, y eso que no fue con su banda estable, pues le acompañaban en este Lovano, Haden y DeJohnette, sacó una maravilla de álbum: 
Time on My Hands – Blue Note 1990 (https://youtu.be/-ckT0Wn0_M0?feature=shared).

    Este disco marcó tanto a tres jovenzanos que montaron un trío que llamaron Farmacology, igual que el corte ocho del álbum (https://youtu.be/tTeEXCSV_VI?feature=shared). Este trío éramos Diego Martínez de Pisón, Jesús Fandos y yo mismamente, preámbulo del grupo Castafiore, con el que grabamos el primer disco de jazz que se registró en Aragón, ambas formaciones claramente influenciadas por lo que escuchábamos en estos discos de Scofield. Fueron siete discos seguidos estratosféricos (los de Scofield); pienso que ningún otro guitarrista, ni casi ningún otro músico más, ha logrado sacar tantos discos buenos de forma consecutiva. (Recordad que este es mi criterio y no es dogma).

    La verdad es que no tengo muchas ganas de escribir; el compromiso adquirido conmigo mismo, que me obliga, al menos por un tiempo, a escribir para el blog cada lunes algo que hable de música, me empuja. Pero hoy estaría mejor disfrutando de la vida ociosa, que tanto me agrada. Bueno, ya que tengo que hacerlo, hoy voy a hablar un poco de Jan Garbarek.

Aunque Garbarek es un mozo nacido en Noruega, ha sido un saxo muy seguido por muchos amantes de este instrumento y su manera de tocar ha influido en infinidad de saxofonistas que han intentado imitarle con mejor o peor suerte.

Lo vi en directo con el Jan Garbarek Group, un grupo que se apuntó a un estilo de fusión indoeuropea o etnicoeuropeonordicasiaticsong (ciertamente no sé muy bien cómo definirlo), pero lo que no puedo negar es que tiene al menos dos cosas en la música que hace con este grupo, aunque no sea ortodoxo en el estilo, que son ciertamente jazzeras de calidad: la improvisación y la honestidad. La cosa es que, solo por oírle tocar, ya mereció la pena. En aquellos años aún estaba yo bastante influenciado por los grupos fusioneros del momento.

Recuerdo que, antes de acabar el primer tema (en el Teatro Principal de Zaragoza), ya vi gente que se iba. La verdad es que Garbarek no echaba mucha carnaza al público: solos muy, muy largos y, creo recordar, que empalmaba temas sin dejar hueco al aplauso. El aplauso le gusta a mucho público que se apunta a los festivales de “jazz”; a veces pienso que algunos van a esos festivales porque saben que van a poder aplaudir muchas veces.

Entrecomillo lo de jazz porque, actualmente, hace ya mucho que es casi imposible ir a un festival de jazz en el que se escuche exclusivamente jazz. Incluso los hay sin ni un solo grupo de jazz. Pero claro, en un mundo donde se ha impuesto la mentira, el marketing, la falta de honestidad, el circo, la belleza estética, la no exigencia intelectual, la inmediatez (tan discutida con esta música) y la blandura de crítica hacia la trola, no podemos pensar que el arte se escape a ello. Me parece lamentable que en los festivales de jazz cada vez haya menos jazz.

Volviendo a Garbarek. No penséis que Garbarek solo hacía la música fusioetnic… del Garbarek Group. También tenía, por ejemplo, un proyecto en los setenta con Bobo Stenson (pianista), un grupo de corte bastante más jazzero, del estilo llamado jazz europeo. En este grupo estaban, aparte de Stenson, Palle Danielson y Jon Christensen, los mismos músicos del cuarteto europeo de Keith Jarrett. Ambos grupos convivieron en el tiempo (yo los escuché bastante a los dos, aunque primero descubrí el de Jarrett).

La primera referencia que tengo del disco con Stenson es el disco Witchi-Tai-To, que salió en 1973, unos meses antes que Belonging, primer disco del cuarteto con Jarrett. También colaboró y colabora con multitud de músicos de corte muy jazzero como Charlie Haden, Kenny Wheeler, Bill Frisell, Egberto Gismonti, Gary Peacock, Miroslav Vitous, etc.

Hoy os dejo una perla muy alejada del jazz. Posiblemente, si lo valoramos por el estilo musical, es lo más distante al jazz que ha hecho Garbarek, a quien le gusta visitar territorios inexplorados y meter sus maravillosos saxos en muchos proyectos de músicas étnicas o, incluso, como en este caso, en música antigua. Este disco de hoy es una combinación del exquisito hacer del Hilliard Ensemble y su canto gregoriano, con las improvisaciones de un sublime Garbarek. Alta calidad y calma, un bomboncito para los que estéis siguiendo estas brasas y no seáis demasiado aficionados al jazz.

El Hilliard Ensemble y Jan Garbarek estuvieron actuando en el Monasterio de Veruela. Me enteré años después, en un ensayo en casa junto a Antonio Salanova. Él estuvo en el concierto. Le pregunté y me describió la experiencia: los Hilliard, mientras su canto sonaba con una afinación perfecta, Garbarek iba andando por la bellísima sala buscando rincones donde la sonoridad de su saxo acompañase sensorialmente a sus compañeros, tocando un poco aquí y otro poco allá. En un momento dado, los cuatro integrantes del grupo coral se colocaron cada uno en una esquina de la sala. Me fastidió muchísimo no haber estado.

(Con Antonio tenemos dos discos publicados. Os dejo alguna cancioncita:
https://youtu.be/sovYElER3kE?si=CNgEVyHeG9KwaWUb
https://youtu.be/bfUFZD-bBdk?si=jpXwXlPsE0UIWtDJ
)

Una anécdota que recuerdo sobre el Hilliard Ensemble: en una conferencia en la que había profesores universitarios de música (no recuerdo la universidad, solo que fue en Estados Unidos), les preguntaron por qué los Hilliard cantaban tan lento. Los maestros se empezaron a mirar y, antes de dar una respuesta, se levantó una chica del público y dijo que tenía la respuesta:
“Lo hacen así, porque pueden”.

Este ensemble fue, una vez más, una fabulosa idea del productor y fundador del sello ECM, Manfred Eicher. Creo recordar (no pienso buscarlo) que fue el que ideó también el cuarteto europeo de Jarrett. Lo que sí sé seguro es que Eicher ha sido determinante en la carrera de Keith Jarrett y pienso que también en la de Garbarek y de muchos músicos que han grabado en ECM.



https://youtu.be/TOtySsR846Y?si=tyikOSHMuh-DdOnB 

https://youtu.be/PVg_oHpIZvU?si=IFZe4MIGujR3MdbI

https://youtu.be/dQE0TOIjAfc?si=h2qVULzJ68WUWceY

https://youtu.be/3t3dJrU9d_4?si=8bHULu4AlgwDn5xD

https://youtu.be/SM36ykdccsQ?si=Z0etiiaWw14spWy3

https://youtu.be/CVVkdgZVXzY?si=HuM17kyqJl_asynL