Con
unos 11 años empecé a tocar con Xavier Canal. Fue en un grupo de
varios ensayos y cero bolos. Nos presentamos a una prueba en un sitio
respetable y no les gustó nuestro rollo (el señor mayor, que debía
ser músico, no vio nuestro incipiente talento). Es agradable
recordar la jeta que teníamos. Bueno el Xavier debía ser muy amigo
ya por entonces, porque él cantaba bien, además de tocar la
guitarra y el piano (ir con nosotros a esta audición sólo se puede
hacer por amistad).
1975, “Los
Cráneos Sonrientes”. Los recuerdos son algo confusos, pero la cosa
era que el Xavier le intentó enseñar con el piano el típico bajo
de rock al Marc, que por supuesto nunca había tocado un teclado en
su vida y, como se acercaba el día de la prueba y viendo la poca
retentiva que tenía el Marc para recordar las notas que tenía que
tocar, decidimos dos cosas: la primera que sólo tocaría esta
canción y la segunda pintarle las teclas que debía utilizar con un
lápiz azul. Después estaba Manuel, al que enseñé a tocar el
bajo de la canción Adelante de Lone Star (podéis buscarla en
YouTube), única canción que Manuel tocaba con nosotros y encima
con una guitarra de juguete. Después estaba yo que sólo debía
saber poner algunos acordes. No sé quién habló con el de la
prueba, pero le debió decir que éramos cuatro y que uno tocaba el
piano. La cuestión es que quedamos en la puerta del sitio, Manuel no vino, yo como tenía que dejarle la guitarra a Manuel, con mis
ahorros me compré una guitarra aquel mismo día, por supuesto un
instrumento que no logramos afinar en toda la tarde. Pero lo mejor
estaba por llegar. Entramos al sitio pensando que la prueba la
haríamos el Xavier y yo (con la guitarra desafinada) o, con la
excusa de que habíamos traído un instrumento nuevo que se resistía
a ser afinado, que hiciese la prueba el Xavier. El señor mayor se
había encargado de hacer bajar un piano de cola del escenario a la
sala para que nuestro "pianista" se encontrase cómodo, la
cara del Marc al ver aquel mastodonte y encima con las teclas sin
marcas azules era un poema, pero la vida siempre te da una
oportunidad y la que le dio al Marc fue la siguiente: no sé si por
vergüenza o porque estaba mirando aquellos pedales del piano, que en
esta ocasión eran tres en lugar de dos, notó que no habían barrido
bien el lugar y en el suelo quedaban confetis. Ni corto ni perezoso,
disimuladamente ( o no, no recuerdo el detalle) eligió los blancos
que colocó en las teclas rockeras, pero este material no era tan
perpetuo como las marcas de lápiz (que años después aún estaban
en el piano de pared que daba la bienvenida a la gente que entraba
en casa de los Canal) y, cuando tocó la primera nota, todos aquellos
papelillos blancos se levantaron haciendo una bella figura en el aire
y dejando en evidencia que no los había colocado ahí para hacer
dicho efecto. Aquí acabó la aventura de “Los Cráneos
Sonrientes”.
Manuel. Hace
muchos años que no sé nada de él. Lo que más recuerdo del tiempo
compartido es el día que en clase le preguntaron como se llamaba el
rey de España y él contestó Juan Carlos de Bombón y Bombón.
Marc.
Mantenemos la amistad y aún nos vemos de año en año. Lo hemos
pasado muy bien juntos y es uno de los mejores amigos que he tenido.
Xavier
Canal. También es un gran amigo, un tipo fenomenal que después del
colegio nos dejamos de ver, pero que a los años nos reencontramos y
entre charla y charla nos dio tiempo de hacer varios conciertos y
grabar dos discos juntos.
Aquel
fracaso de la niñez no acabó con mi ilusión, en realidad me
enseñó muchas cosas, entre ellas un trozo de letra de una canción
que siempre me ha acompañado “mi
vida es la música y la llevo en el corazón” (título
de la canción – Adelante
// grupo-
Lone
Star).
En 1982
logré tocar en aquel lugar, sin prueba previa. Pero eso es otra
historia.
Las dos grabaciones que he adjuntado corresponden al segundo disco que grabé junto a Xavier Canal. El audio que encabeza la historia es el "mirant per la finestra" que quedó registrado en el disco. La segunda grabación es la maqueta del "mirant per la finestra" que enviamos a la casa de discos antes de grabarlo. Es una curiosidad, así podéis comparar las dos versiones (la batería de la maqueta es de juguete).