El Colgao. Pedro Lacarra, saxo, Diego Martínez de Pisón, guitarra, Coco Balasch, bajo y Jesús Fandos, batería.
No sé si es buena
idea; me habría podido regalar un libro como todo Dios en lugar de
una camisa. Es
lo que hay. Puto Rubén.
Un
quiosco, voy a comprar el periódico – Hola, ¿podría venderme el
Público? (¿me está mirando raro?, debe ser la puta camisa de
Rubén, efectivamente creo que no ha sido buena idea ponerme esta
mierda de maricón).
–
¿No tiene el Público? (¿el tío ha esbozado una sonrisa?)
El
quiosquero - No, no lo tengo, ya no me quedan (sonrisa).
Este
tío es gilipollas, acaba de abrir y dice que no le quedan, ¡anda
que le den por el culo!, además no sé qué coño mira, debe ser la
puta camisa, ¿no podía haberme regalado una camisa azul o a
cuadros?, puto Rubén, no ha sido buena idea despertarse tan
temprano.
Yo al
quiosquero -
Pues nada, a pasar buen día (que te jodan).
Me
meto en un bar, pone que tiene wifi, este chino no cierra nunca o
madruga como un capullo.
-
Hola, buenos días, me pongo en esta mesa (el chino habla todo el
rato con un marcado acento).
El
chino se acerca a mí - ¿Quieres algo?
Yo -
(no va haber manera de leer el periódico) Sí, hummm, cualquier cosa
fresca.
Él -
A estas horas no hay cerveza.
Yo - (este es aún más capullo que el del quiosco) - Tráeme un
refresco - (no sé a qué ha venido lo de la cerveza, capullo) ¿me
das la clave de la wifi, por favor?
Él - Ahora te la traigo
Vuelve
el chino.
Él - Toma, (me deja una lata) ¿quieres vaso?
Yo - (joder, una cocacola, mierda) No, o mejor sí, ¿la clave,
por favor?
Él - Te he dejado el papel
Yo - Lo siento, no lo había visto. Gracias.
No hay
manera de que funcione la puta internet. Internet sigue sin conectar.
Ahora. Me trae el vaso, me lo deja al lado de la puta lata.
Él - ¿Quieres hielo?
Yo - (joder, es un puto pesao) No, sólo el vaso, gracias (¿cómo
pensaba traerme el hielo? ¿en una cubitera?)
Él - ¿Me pagas ahora o cuando te vayas?
Yo - (no me lo puedo creer) Cóbrate. Le doy 5 €.
Él - Ahora te traigo el cambio.
Yo - No hace falta, ya está bien, me conformo con que toques la
campana.
Él - ¿Qué?
Yo - Nada, que te puedes quedar el cambio, gracias (no se
enteran de nada, putos chinos, capullo).
Al
fin, el Público. Me encanta leer esta basura, putos mentirosos de
mierda “Ofertón Viajes Halcón, atrévete: ida y vuelta en el
día, te vas a las 10,30 y vuelves a las 23,45. Viaja a Londres en el
día por 100 €”.
Se me
ha caído la cocacola, joder, mi pantalón. Joder. Que le den por
culo a todo, me voy a coger el metro. A la mierda el metro, me pillo
un taxi, no sé para qué coño he venido al puto centro. Joder, puta
mancha.
Ofertón
en pantalones Levis de colores.
El de
la tienda - ¿Desea algo el caballero?
Yo – (puto maricón) ¿Me enseñáis los pantalones de la
oferta, por favor?
Él – ¿Qué talla utiliza el caballero?
Yo – La 32.
Él – !Huy! De ésta
sólo me quedan estos.
Yo – (Joder, puto coloracho. El precio es
cojonudo) Bueno
Me
deja el pantalón en el probador de
en medio Se queda en la puerta, la puerta no cierra
bien, el puto maricón no me quita ojo.
Él - Le quedan perfectos, sin duda es su talla.
Yo – Cóbrate. Me los llevo puestos (puto color
de mierda, puta camisa, puto Rubén).
Él – 69,99 €. por favor.
Yo - (seguro que el precio lo ha puesto él, como
se pase le meto) Toma. Quédate el
céntimo. Adiós y gracias.
Él – Vuelva cuando quiera. Hasta luego. Le
quedan de fábula.
Yo – (le metería una hostia) Adiós, muy
agradecido.
A ver
si pasa un taxi. Me veo reflejado en un escaparate, la verdad es que
no me queda del todo mal la ropa. Hostias, el ofertón de Viajes
Halcón.
Hola, buenas.
El halcón – ¿Qué desea el señor?
Yo – (otro maricón, está petao) ¿Cree que aún puedo
llegar para el vuelo de Londres?
Él
– Si le llamo a un taxi, no tendrá problemas.
Yo – Pues ya puedes llamar. Ten los 100.
Voy a
dejarme olvidados los pantalones manchados en el taxi.
Él- Ya. Son 17 con 30.
Yo –
Dieciocho. Ya está bien
Él – Gracias.
Aún
tengo tiempo. Voy a pillarme el Púbico. Este quiosquero parece más
amable. Hace seis meses que dejaron de publicarlo. Joder, ya están
embarcando. Voy. Ya hemos despegado. Ya hemos aterrizado.
Taxi,
taxi. Ostias... a London, plis.
Joder,
cincuenta libras, me ha pillado los euros, putos ingleses siempre
llevando la contraria al resto del mundo. Joder si no he llamado a la
oficina. Hostia puta, no tengo línea. Puta Inglaterra. A ver, ahí,
puta cabina, a ver, joder. Bueno, ya está, voy a subirme a un
autobús de dos pisos. La gente me mira. Tengo hambre. Un filete de
carne de caballo sangriento con patatas (no debí dejar la academia
de inglés), un pastel de cerezas. Joder, la lengua de los Rollings,
actúan a las siete de la tarde, manda huevos, un concierto a las
siete de la tarde, voy a pillarme una entrada. Me meto en la
cafetería, un té rojo. A las cuatro juega el Liverpool, me voy a
verlo, el portero es Reina. Un camión de bomberos, hostia un
Ferrari, ¡la puta! Papá Noel, ¿qué coño hace Papá Noel el 26 de
julio?, están piraos, coño de ingleses. Me meo, voy a tomarme un
bitter.
Tangana en la puerta del estadio, me caigo, sangro, me la chupo, no
es nada. Puto Reina, tres, le han metido tres, tres tiros, tres
goles, no me extraña que el portero de la roja sea Casillas. A los
Rollings. Conciertazo. Taxi. Avión. Taxi. Madrid. Tengo hambre.
Entro en el Vips, una ensalada de tomate y una hamburguesa, joder,
está sangrante y el ketchup es una puta mierda. Puta mierda, no
vuelvo a entrar en este puto sitio.
- ¡Camarero! Por favor ¡Camarero!
- ¿Qué quiere el caballero?
- ¿Le quedan tartas?
- Tarta de fresas
- Vale, gracias
Se
sientan dos a mi lado, empiezan a hablar de la patronal, putos rojos
de mierda. Como no se callen, les meto.
Uno de los dos – ¿Tienes fuego?
Yo -
No fumo, lo siento (a ti te voy a dar fuego, puto palurdo comunista,
de ti me voy a fiar, tú te vas a ir a la calle con mi Ronson
recién pillao en Londres)
Siguen
hablando; ahora de fútbol, son del Atlético, perdedores. Me voy a
casa. A ver si pillo un taxi. Pillo un taxi. Cada vez que paso por
las Ventas, se me pone el pelo de punta.
Taxista – Cada vez que paso por las Ventas se me pone el
vello
de punta.
Yo – Justamente en esto estaba pensando, mire, mire mi brazo.
Él – Mire, mire el mío. Da gusto encontrarse a gente de
verdad. Ahora está todo lleno de maricones
Yo –
Oiga, ¿se puede fumar en el coche?
Él
– Lo que quiera. Usted lo que quiera
Yo - ¿Quiere un puro? ¿un habanos?
Él – Venga este habanos. Joder, estos putos comunistas
saben hacer cigarros.
Yo – Ni que lo digas. ¿Te apetece follar?
Él – No me jodas que eres un maricón
Yo
– Pero ¿qué dices? Que te invito a unas putas
Él
– Jajaja. Pues claro. Es que así to de rojo, a primera vista
parecías un poco amariconao
Yo – No me jodas. Es que me he manchado el pantalón y he
entrado en una tienda antes de irme a ver al puto Liverpool que
hoy jugaba en Londres y el puto maricón del tendero me ha
endiñado este pantalón diciéndome que era el único que le
quedaba de mi talla, cabrón de mierda, porque tenía prisa o si
no...