Audio, Rabo de Nube, Interpretado por Charles Lloyd.
Fotos, Ángel Fernández Balasch.
Vivo
en pareja hace ya varios años. El verano pasado hicimos un simulacro
de boda con Sol; como nos dedicamos al teatro, tenemos muchos amigos
del gremio, Satur hizo de cura, con sotana y todo, nosotros vestidos
de novios y los invitados vestidos de hippies. La fiesta duró hasta
el amanecer, acabamos bañándonos en la piscina en bolas. De mi
familia sólo invité a mi hermano pequeño, es el único que ha
salido algo a mí. No me imagino a mi hermano mayor en el evento. A
mis padres no les dije nada, además están muy sosos últimamente;
vamos, desde lo de la boda del mayor no han levantado cabeza, nunca
llegan a final de mes, yo les paso pasta cada mes.
Nuestra
casa la hemos hecho poco a poco entre Sol y yo; bueno, también nos
ha ayudado algún colega.
Los
domingos solemos salir al campo, nos encanta andar, conocemos
montones de plantas medicinales, las orquídeas las fotografiamos,
también fotografiamos setas pero sólo cogemos los robellones. En
cambio a nuestra hija no le gusta nada el campo, a Luisa (la niña)
le encanta el fútbol, no sé de dónde ha sacado la afición ya que
ni a Sol ni a mí nos gusta un pelo.
Sol y
yo estamos muy bien organizados, todas las labores de casa las
compartimos. Vivimos a las afueras de un pueblo y nuestro vehículo
más habitual es la bici, también tenemos una Vanette, un huertito y
dos manzanos.
Los
veranos los pasamos de teatro en teatro y en Noviembre siempre nos
vamos al pirineo a pasar unos días solos; la niña se queda en casa
de una amiga, Julia, madre soltera y vecina, una persona flipante, a
ella sí que la invitamos a nuestra boda y creo que tuvo algún roce
con mi hermanito; pero eso ellos sabrán, ninguno nos ha comentado
nada. Mi hermano mayor siempre nos dice que tendríamos que ir a
visitar algún país exótico (de pulsera).
En
navidades, el 30 de diciembre vamos a casa de mis padres y nos
quedamos dos noches, el mismo día de llegar por la tarde ya ayudamos
a mi madre a preparar el festín para la marabunta. El fin de año
con mis padres y mis hermanos y apegados. Tendremos que ver a los
niños glotones comer con las manos y oír a mi padre llamarle hija a
la mujer de Luis (mi hermano mayor), Sol “no es de la familia”,
supongo que hasta que nos casemos. Manuel (el pequeño) vendrá solo,
como de costumbre, aparcará su moto en la puerta y, como Cenicienta,
al dar las doce desaparecerá, se despedirá diciendo que ha quedado
con Lourdes o Sonia o Rosa o Julieta o … Ése se lo debe estar
pasando bien, yo nunca le he conocido novia fija.
Nosotros
nos quedaremos a dormir una noche más (compartiendo habitación con
nuestra hija) y al día siguiente a comer con mis suegros y Nuria (la
hermana gemela de Sol) que ya llevará dos o tres días por aquí
(vive en París). Es una chica muy maja y guapísima, cuando era
novio con Sol un día se cambiaron y nunca me han dicho nada, pero
ésta es menos tigre. La noche del uno cenaremos ya en casa. Suerte
que esto es sólo una vez al año.