martes, 17 de septiembre de 2013

LA PUEBLA DE HIJAR (5ª parte)


La cosa acabó al día siguiente de mi visita, aquel miércoles encontraron el cadáver de Luis en su celda, tumbado en el suelo, rodeado de vómitos. La autopsia aclaró que era envenenamiento por cianuro, el sospechoso de la entrega de la cápsula con la cual Luis llevó acabo su suicidio fue un tal Felipe, un tipo que fue a visitar a Luis, un tipo que se les coló con identificación falsa. El típico veneno que utilizan los espías rusos para acabar con los que les estorban, un trabajo fino, nunca han podido localizar al tal Felipe. Tras ver repetidas veces las tomas de la visita relámpago del sospechoso, llegaron a la conclusión de que era un tipo de raza blanca, rubio, corpulento, perfectamente disfrazado de anciano, un profesional del disfraz. El caso es que todo acabó para Luis.
Al año conseguí la financiación para mi primer largo, me premiaron en el festival de Sitges, ahí empezó mi exitosa carrera como director. Este año me han otorgado la Palma de Oro en Cannes, hemos decidido irnos a vivir a la Costa Azul, allí nos casaremos en petit comité, sin hacer demasiado ruido, eludiendo la prensa.
Como testigos están dos fotógrafos franceses que trabajarán conmigo. Luis, el hijo, no ha querido venir, está en Ecuador en algún tema de ayuda a necesitados y acercamiento cristiano. Laura está preciosa, nos dirigimos a la suite en La casa Du Cap Eden Roc, entramos en la habitación, nos despojamos de nuestros elegantes trajes, al fin solos, hemos estado esperando este momento cinco años, hemos guardado en secreto nuestra relación durante todo este tiempo pero al fin estamos juntos, juntos para siempre, descorchamos la botella de champagne y brindamos por el éxito, por el éxito que ha tenido nuestro plan, que empezamos a trazar aquel 15 de noviembre de 2012 en mi viejo piso de Tarragona, como si fuese un juego.