Hace
unos días volví a emprender con el arco. Cada vez que lo descuelgo te recuerdo, recuerdo tus consejos, las charlas, entre ellas tu tesis, tu
convencimiento de que para tan gran instrumento el mejor es el
alemán, me dejé convencer con fe ciega y me compré, como no podía
ser de otra manera, uno alemán.
Fueron
muchas horas batallando para lograr mi más que mediocre estilo,
claro que eso es culpa del alumno, no del maestro.
Recuerdo
el día que entré por primera vez en tu casa de la calle Ángel
Ganivet. Abriste la puerta y te vi, enorme, con la cara amable y
amable el corazón (eso último lo supe más tarde).
Crítico
con muchas cosas, enamorado de la música, de toda la música.
Recuerdo la frase - no se puede enseñar lo que no se sabe.
Recuerdo
esos cumpleaños de puertas abiertas, ese inmenso piso en San Vicente
de Paul, ver desde una ventana el Ebro a su paso por El Puente de
Piedra. Cumpleaños llenos de gente. Uno comiendo, otro bebiendo,
otro regalándote su último disco, el que grabó junto a Antonio Salanova,
gente que tú conoces, gente que no. Este año no acudí.
Me
encantaban las charlas en la habitación de la música y el
ordenador, los discos duros con miles de cedés, archivos
transportables, de fácil llevar, que tenían que entrar en tu maleta
cuando emprendieras tu mudanza al otro lado del charco el día de tu
jubilación.
Nunca
llevamos acabo, por una cosa o por otra, nuestro concierto de
guitarra y contrabajo. Pero me quedo con un montón de ratos, con la
eterna pelea, ahora lo dejo, ahora no, ahora uno de vez en cuando,
ahora mentolado, con tus encuadernaciones, con la cerveza y con el
ron.
En mí,
has dejado tu legado cada vez que cojo el arco; sé que posiblemente
no hago demasiada justicia a tus enseñanzas, pero sé también que
eso no te importa demasiado. Aún conservo alguna grabación de las
que me hacías y el método del virtuoso Ludwig Streicher, con
apuntes tuyos, que hoy especialmente cobran un valor especial,
también conservo una funda de cartón rojo en la que te llegó ese
arco, ese último arco que te compraste hace ya unos años, la
conservo y la utilizo.