Estoy
en una casa en el campo. En este lugar hay una mini cadena a la que
solo le funciona el lector de cintas (el casete), ni siquiera se
puede sintonizar una triste emisora radiofónica. Sabiendo esto antes
de ir, me traje de Zaragoza unas cuantas cintas, las únicas que he
conservado, la discografía completa de The Beatles en cromo, que me
grabó Iñaqui Fernández hace ya un pilote de años. Gracias Iñaqui.
Hoy,
día 25 de noviembre de 2014, me he levantado y me he puesto una
cinta de los Beatles al azar, suena el álbum With the Beatles, que
había escuchado en vinilo mil veces en mi casa de la calle Lepanto
de Sant Joan de Vilatorrada, me asomaba a la ventana con la música a
todo volumen, no sé si lo que quería era compartir aquella música
con la gente o decirles que yo no escuchaba a Manolo Escobar, que yo
escuchaba a los Beatles. 40 años después estoy asomado a esta otra
ventana mientras despunta el día, los olores que percibo son los
mismos, la música es la misma, nostalgia del pasado mientras Lennon,
otra vez más, canta para mí la melodía de Not A Second Time.