domingo, 3 de marzo de 2019

MARZO 2019



HISTORIAS DEL BALASCH




No sé cuando ocurre, supongo que es algo progresivo, pero un buen día dejé de tener superideas infantiles y pasé a pensar en como se procrea y otras cosas de mayores, lo malo es que pasé al nuevo estado desechando mucho de lo anterior y entre las cosas importantes me olvidé de como se fabrican las superideas infantiles y encima desconozco cuales fueron. Yo si volviera a tener un niña le sonsacaría esas ideas y las apuntaría en un cuaderno y cuando aprendiese a escribir (ella) le regalaría esa libreta de color azul cielo para que pudiera seguir apuntándolas por su cuenta, tras previa explicación de la importancia del tema, le dejaría claro que sólo debe apuntar lo que piense ella que sean superideas, no hablo de un diario. A mí me gustaría poder leer ahora aquellas ideas supersónicas que sé que tuve y se quedaron y no viajaron conmigo en el tiempo y aunque no las recuerdo, las echo de menos, claro que yo soy extremadamente nostálgico. 



¡CIELOS!






arbequinos centenarios que no se recolectan y hermosearon la agradable caminata de hace unos días alrededor de Valdeltormo.