martes, 28 de enero de 2014

SOY EL MEJOR (1ª parte)

Long Ago, Art Pepper, saxo alto, Dolo Coker, piano, Jimmy Bond, bajo y Frank Butler, batería.


A ver quién lo hace mejor. Eso de hacerlo mejor es muy relativo, en ocasiones hacerlo mejor es simplemente ser más rápido y si eres más rápido y precoz (la precocidad, en este contexto, se refiere a la edad del individuo), más que mejor.
En el atletismo, está bastante claro que el que llega primero es el mejor y si bate el récord del mundo es el mejor de todos los tiempos y si eso lo consigue siendo más joven que el anterior récordman parece ser que es mejor todavía, incluso es mejor si iguala el récord siendo más joven. ¿Si iguala el récord, es mejor o igual? ¿Tiene más valor conseguir un logro con 10 que con 80?
Hay pruebas atléticas en las que el vencedor lo consigue por estrategia, intenta hacer que la carrera sea lenta y así tener su oportunidad sobre el tipo que tiene mejor marca, por eso en ocasiones hay sorpresas y la gloria olímpica recae sobre un inesperado (es un ejemplo o fantasía). Claro que este tipo de estrategia sólo se puede utilizar en pruebas largas (me baso en la legendaria historia de la liebre y la tortuga).
Los 100 metros lisos son otra cosa, quizá tenga su parte de estrategia, yo la desconozco, pero a mí me parece que, al sonar el disparo, los participantes salen a correr que se las pelan y la única estrategia es ir más rápido que el resto y llegar entes que los demás, es la prueba más admirada y más seguida en la actualidad por el público ocasional, por su brevedad y rapidez (supongo), que son dos cosas que se valoran mucho en la actualidad.
La preparación para esta prueba seguro que es larga y dura. Correcciones continuas buscando la perfección en cada zancada, depurando la técnica, buscando arañar entreno a entreno un microsegundo y así, poco a poco, lograr batir el récord, un récord que, tarde o temprano, batirá un tipo para alegría suya, de sus familiares y de sus seguidores y de alguno que se alegra de estas cosas y desdicha del anterior récordman, sus familiares, sus seguidores y alguno que le entristece las caídas de récords atléticos. Competición pura y dura.
Seguro que estos análisis sobre el atletismo ponen en evidencia mi ignorancia absoluta sobre este deporte, pero sirve para exponer lo que quiero evidenciar, que no es otra cosa que la importancia de la velocidad en nuestra sociedad, cosa que a mí, en realidad, no me impresiona, no digo que tiempos atrás no lo hiciese, pero ya hace muchos años que me pasé al lado de la admiración de la belleza, que es lo que me emociona de verdad. La prueba de que la velocidad atrae es que Bolt es el atleta más conocido del planeta. Creo.
Me he cansado. Seguiré en otro momento.